El barrio de San Mateo será declarado “de interés residencial” por el Ayuntamiento, impulsando para ello iniciativas “encaminadas a consolidar” a esta zona del centro histórico como referente para vivir y no ya sólo como lugar de atractivo patrimonial o turístico.
Se trata de “atraer” especialmente a “familias jóvenes” que necesiten “tranquilidad para sus hijos” y garanticen de este modo la repoblación de una de las zonas de la ciudad que en mayor medida ha sufrido en estas últimas décadas el éxodo a la periferia de sus vecinos.
Claro que para lograr ese objetivo es necesario tomar algunas decisiones. El Plan municipal de Vivienda y Suelo 2020-2024 -que fue aprobado hace apenas un par de semanas con el voto favorable de todos los grupos políticos-se refiere expresamente al “compromiso” por parte del Consistorio de “no realizar conciertos y espectáculos ruidosos al aire libre, así como de facilitar e impulsar propuestas para el desarrollo residencial en el barrio con los negocios de cercanía y la sostenibilidad urbana”.
Y es que se reconoce que para que vivir en el centro resulte “atractivo” es preciso que sus habitantes disfruten de “niveles de confort urbano”, disponiendo para ello de “espacios verdes, zonas deportivas y zonas de ocio tranquilo, sin ruidos ni molestias ocasionadas por el transporte o el uso abusivo de espectáculos nocturnos o conciertos sin atenuaciones acústicas, que tanto molestan a los vecinos y desaniman a vivir en sus inmediaciones”.
Esta apuesta parte del reconocimiento de que el barrio de San Mateo “puede considerarse actualmente como el epicentro del fenómeno de deshabitación y degradación progresiva que sufre desde hace años el centro histórico de la ciudad”.
De ahí que el programa que se recoge en el Plan municipal de Vivienda y Suelo pretenda “impulsar iniciativas encaminadas a consolidar” a esta zona como “un referente residencial del centro”.
El “fomento de las actuaciones residenciales en el centro histórico” dispondrá de “una ordenanza concreta” que permita “el desarrollo de actuaciones mediante el incentivo por el Ayuntamiento de las actuaciones urbanísticas en materia de vivienda y actividades calificadas de interés municipal”.
Se contempla de este modo la “concesión de subvenciones con destino a financiar parte o la totalidad del coste económico” que deben abonar los interesados “por la tramitación de las licencias para viviendas o actividades económicas de interés municipal”.
Se podrán acogerse a estas ayudas las actuaciones que se localicen en el ámbito del Conjunto Histórico-Artístico de Jerez, definido como zona de ordenanzas 1A en el planteamiento urbanístico vigente, y siempre que se encuentren entre los supuestos recogidos en dicha ordenanza.
Pendientes de las ayudas europeas
Algunas de las iniciativas encaminadas a dotar al barrio de San Mateo de un entorno más atractivo de cara a la captación de futuros residentes se recogen en el Plan de Sostenibilidad Turística del denominado Distrito Sherry, que opta a una subvención de 6,5 millones de euros de los fondos Next Generation impulsados por la Unión Europea (UE).
En ese documento se contempla por ejemplo la reconversión del actual Taller de Fiestas en espacio de aparcamiento público con idea de satisfacer precisamente las demandas de los vecinos de su entorno más próximo.
De igual modo, se aboga por la apertura de una zona ajardinada en el complejo bodeguero de la calle Cristal que se encuentra actualmente sin uso.
El Ayuntamiento también contempla convertir en jardín público un solar de su propiedad de la calle Juana de Dios Lacoste, que si bien no pertenece en sí al barrio de San Mateo sí contribuiría a hacer de esta zona un espacio más atractivo para el residente.
Se ha previsto también la reurbanización de la plaza del Mercado, dotándola de elementos arbóreos que incrementen las zonas de sombra e incluso juegos de agua que anime a ocupar ese espacio también durante el periodo estival.
El Consistorio -a través de la Delegación de Urbanismo- va a seguir trabajando en la venta forzosa de las fincas que se encuentren abandonadas, pero en determinados casos se impulsará la decoración de sus fachadas como mal menor y como paso intermedio a la necesaria rehabilitación de esos inmuebles.
