Según dijeron ayer integrantes de su organización a medios surcoreanos, Robert Park, ciudadano estadounidense de origen coreano, cruzó el 25 de diciembre el río helado que divide Corea del Norte y China gritando: “Soy ciudadano americano. Traigo el amor de Dios”.
Según los mismos testimonios, Park no fue detenido en un primer momento por los guardias fronterizos de Corea del Norte, pero no se han vuelto a tener noticias de él desde entonces y los medios norcoreanos no han confirmado su entrada.
Park portaba una carta en la que pedía a Kim la apertura de las fronteras a los envíos alimentarios y médicos.