Tras dos años de suspensión, la Operación Paso del Estrecho (OPE), el mayor movimiento migratorio del mundo entre dos continentes, vuelve a ponerse en marcha este miércoles para facilitar el tránsito de más de tres millones de magrebíes que atraviesan en coche España para llegar a sus países de origen.
"Esto es como montar en bicicleta, en dos años de parada no se nos ha olvidado lo que se nos viene encima", dice a EFE Manuel Piedra, presidente de la Asociación de Empresas de Servicios Portuarios de Algeciras, que agrupa a las 150 empresas, de 30 actividades o sectores distintos, que se ocupan de poner a punto a los buques que a partir de mañana rotan casi constantemente para trasladar a los migrantes y, en la mayor parte de los casos, a sus coches.
El puerto de Algeciras, junto con el de Tarifa, ambos en Cádiz, son los dos puntos neurálgicos de este operativo, por su cercanía a los puertos de Tánger y Ceuta. Es el que eligen más del 72 % de los vehículos y pasajeros.
Pero la OPE afecta también a otros puertos, como los de Motril (Granada), que este año prevé alcanzar los 150.000 pasajeros en sus rutas hacia Nador, Ahucemas (Marruecos) y Melilla, o el de Almería, en el que en la última OPE, en 2019, 580.000 viajeros embarcaron en sus conexiones marítimas hacia Nador (Marruecos), Orán y Ghazaouet (Argelia) o Melilla.
Antes de llegar a estos puertos, los usuarios de la OPE realizan miles de kilómetros, desde los distintos países europeos en los que trabajan y residen. Así que en España, el dispositivo comienza en la misma frontera con Francia.
Este año habrá en Irún y La Junquera 42 dispositivos de lectura de matrículas, que darán información sobre la afluencia de coches que, 15 horas después, llegaran a los puertos.
Este será sólo una parte del trabajo que realizará el dispositivo de seguridad previsto por España para esta edición, que contará con 15.995 agentes de Policía Nacional y Guardia Civil, una cifra muy similar a la de la última OPE, a pesar de que se estima que este año habrá un incremento de un diez por ciento de pasajeros.
La experiencia, en un dispositivo que cumple 36 años (se realiza desde 1986), ha permitido que tanto las administraciones y organismos implicados como las navieras y empresas tengan ya listo el engranaje que supone este tránsito, pese a que Marruecos apenas permitió retomar los enlaces marítimos con España a principios del pasado mes de abril, tras dos años de un cierre que obligó a suspender, por primera vez en la historia, la OPE en 2020 y en 2021.
Una cancelación que, según estimaciones, sólo en los puertos de Algeciras, que ha dejado de percibir unos 40 millones de euros en tasas portuarias esos dos años, y Tarifa, ha causado más de 200 millones de pérdidas.
El dispositivo se activará mañana con fechas punta marcadas en el calendario en previsión de un mayor trasiego: los días 8 y 9 de julio, por la Fiesta del Cordero, y el último fin de semana de ese mes por el periodo vacacional de agosto y los días finales de ese mes, en una fase de retorno que se cerrará el 15 de septiembre.
En la primera OPE post covid, los viajeros deberán seguir las pautas sanitarias de entrada a Europa por España: un certificado de vacunación o la posesión de un test PCR negativo o test de antígeno con 72 horas de antelación.
Para evitar aglomeraciones, se ha establecido que los viajeros y coches deben llegar al puerto con billetes de embarque comprados. "Como cuando vas a un aeropuerto que vas con tu billete", dicen en el puerto de Algeciras.
La medida no ha gustado a la Asociación de Amigos del Pueblo Marroquí ITRAN, que recalca que "un gran porcentaje" de magrebíes no utiliza las herramientas de internet necesarias adquirir los billetes telemáticamente, que se pueda comprar el billete, como hasta ahora, cuando los viajeros llegan al puerto.
Además ha afectado a 110 trabajadores de las trece agencias de viajes del Puerto de Algeciras, cuya viabilidad ha quedado comprometida.
Ellos formaban, hasta ahora, parte del enjambre de trabajadores que dan servicios y seguridad para garantizar la fluidez de la Operación Paso del Estrecho.
A Manuel Piedra le gusta compararlo con el momento en el que un Fórmula 1 llega a un box, porque, al igual que en esas carreras, una multitud de personas aguarda la llegada de un buque al puerto para alistarlo en minutos antes de que vuelva a zarpar para Marruecos.
"Es tan rápido que alguna vez un camión de recogida de residuos del barco no le ha dado tiempo a salir y ha hecho el viaje también", cuenta.