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Almería

El sector hortofrutícola cierra campaña con un aumento del 31% en ingresos

"Empañado" por un 26% más de costes

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  • Presentación de avance de resultados de campaña 2021-2022 de Coexphal. -

El sector hortofrutícola de Almería ha ingresado en la campaña 2021-2022 un 31 por ciento más, si bien el incremento en un 26 por ciento los costes por kilo producido ha dificultado convertir de "forma desahogada" en beneficio el "aumento extraordinario" de los precios.

Según los datos aportados en rueda de prensa este miércoles por la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería (Coexphal), se ha registrado un "descenso" de la producción total de hasta el seis por ciento, lo que ha influido para que los precios medios hayan subido un 37 por ciento.

"La campaña hortofrutícola 2021-22 se ha convertido en una de las más inusuales de los últimos años", han indicado el gerente de Coexphal, Luis Miguel Fernández, y el director de la Cátedra Coexphal-UAL, Juan Carlos Pérez Mesa, quienes han destacado que, a los "problemas típicos" del cultivo "se han unido otras circunstancias, como la inflación constante de los insumos, que han marcado el resultado final".

Fernández ha trasladado que la "gran" subida de costes coloca al sector "ante la incertidumbre de no saber cuándo tocarán techo, algo que va a continuar durante la próxima campaña y ante lo que las comercializadoras debemos estar preparadas".

El gerente de Coexphal ha valorado, asimismo, "la capacidad de adaptación" del sector hortofrutícola para superar las "circunstancias adversas".

Por productos, ha caído un uno por ciento la comercialización de tomate, si bien el precio ha aumentado un 46 por ciento situando los ingresos en un crecimiento del 45 por ciento. El coste unitario ha subido un 25 por ciento, pero no ha impedido que este producto haya sido uno de los más rentables.

Los descensos de la oferta internacional, fundamentalmente holandesa de invierno, y vaivenes puntuales en las ventas marroquíes han provocado en los clientes una sensación de carencia, según han destacado desde el sector almeriense.

Por tipología, la producción comercializada de tomate ecológico muestra un aumento del 16 por ciento, aunque su precio cae un cuatro por ciento, lo mismo que crece la comercialización de rama mientras que el cherry permanece más o menos estable al igual que el tomate suelto.

En producción, la mayor caída la ha sufrido el tomate pera con hasta un ocho por ciento. En precios, a excepción del tomate orgánico, el resto han mostrado aumentos considerables, aunque en menor medida en el caso del tomate cherry.

Según los datos de Coexphal, el pimiento ha sido el producto con peores cifras. A pesar de que el precio ha crecido un seis por ciento, la caída de la producción del cinco por ciento hace que los ingresos se hayan mantenido casi estables ya que sólo suben un uno por ciento.

Sin embargo, el coste unitario ha aumentado un 23 por ciento, provocando un descenso relevante de los márgenes; enlazando dos campañas con caídas en los beneficios.

El pepino es otro de los productos que ha salvado la campaña con cifras positivas. La producción total se ha mantenido estable a pesar de que ha tenido un comportamiento desigual dependiendo del ciclo de plantación.

Los precios han aumentado un 38 por ciento, con variación idéntica de los ingresos totales mientras que el coste sin embargo ha subido un 25 por ciento.

La berenjena, al igual que en el pimiento, tampoco ha logrado salvar la campaña, aunque hay que recordar que este producto venía de ciclo anterior muy bueno.

La comercialización ha crecido un tres por ciento, los ingresos un nueve por ciento debido a unos precios un 6% más altos. Sin embargo, un aumento del coste del 24 por ciento le ha impedido aumentar las márgenes.

El calabacín ha mostrado una caída de la comercialización del cinco por ciento frente al aumento en la campaña pasada del 18 por ciento, provocando un aumento del precio del 33 por ciento. Como consecuencia los ingresos totales han subido el 28 por ciento mientras que los costes unitarios han aumentado un 26 por ciento. Este producto, junto con la berenjena, fue el que obtuvo mejores resultados la campaña anterior.

Fuera de la cosecha en invernadero, la lechuga ha acabado el ciclo con datos aceptables. La producción ha aumentado un cinco por ciento, y los precios un 21 por ciento, cifra idéntica esta última al aumento del coste por kilo que le ha impedido conseguir mayores márgenes.

UNA PRIMAVERA ANORMAL

La campaña de primavera ha sido completamente anormal y es la que ha marcado que las cifras de producción total hayan caído más de lo que era previsible.

La comercialización de sandía ha bajado un 24 por ciento lastrada por la inestabilidad meteorológica que influyó en los cuajes, pero también en las ventas.

La fuerte demanda local e internacional ha provocado un aumento excepcional del precio, un 128 por ciento más que un año antes. Esto ha dado como resultado que los ingresos se hayan doblado, y que el aumento del 35 por ciento del coste haya pasado desapercibido.

La situación del melón ha sido prácticamente idéntica a la de la sandía. La producción ha caído un 21 por ciento, y los precios aumentaron un 131 por ciento, por lo que los ingresos han crecido más del doble con respecto al año 2021. La subida del 29 por ciento del coste se ha diluido en unos ingresos extraordinariamente altos.

"A modo de resumen viendo únicamente la evolución de los precios e ingresos, esta campaña ha sido la mejor de muchos años, superando al ciclo 2016-17 donde las heladas de invierno provocaron fuertes subidas de las liquidaciones en origen", han señalado desde Coexphal.

Al hilo de esto, han subrayado que la cuestión fundamental es que en algunos productos estos precios no han llegado a compensar los incrementos del coste, es el caso del pimiento y la berenjena.

"El riesgo para la campaña próxima radica en conocer si el nivel de costes permanecerá estructuralmente alto y si los precios podrán seguir el mismo camino", han advertido.

El sector hortofrutícola ha hecho balance, asimismo, del seguimiento de la competencia en tomate, que "sigue creciendo año tras año". Asi, en una sola compaña las exportaciones de tomate de Marruecos a la UE y Reino Unido han aumentado un 14 por ciento de acuerdo a datos provisionales.

Francia supone el 60 por ciento de los envíos de tomate marroquí, circunstancia que está aprovechando este país para reexportar producto en meses tradicionales de ventas españolas. Destaca también que los envíos de Turquía crecen un 16 por ciento en un solo año.

"Estas cifras ponen de manifiesto una fuerte reorientación del producto con origen en este país hacia el mercado de la UE, en detrimento de su socio comercial más fuerte, como es Rusia. Por otro lado, Holanda, logra mantener sus ventas", han indicado.

Por otro lado, según han concluido desde Coexphal, el mercado nacional "parece volver a ser importante en la estrategia de las empresas españolas, más si al final, como parece, consiguen contenerse las importaciones de Marruecos".

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