Las consecuencias de la creación exprés de un circuito alternativo a World Padel Tour comienzan a pasar factura a la Federación Internacional (FIP) y a la Asociación de Jugadores Profesionales (PPA). Después de que en Madrid aflorasen las desavenencias entre los principales cabezas de serie y sus colegas de las zonas media y baja del ranking, la ausencia esta semana de 60 de las 100 mejores palas del planeta en el torneo P1 de Mendoza (Argentina) vuelve a mostrar las dos realidades que se viven en el seno de la PPA.
En esta ocasión, los esfuerzos del presidente de la FIP, Luigi Carraro, no han bastado para evitar algunas bajas de renombre como las de los españoles Javi Garrido, Coki Nieto o los hermanos Javi y José Rico, entre otros. Nada más conocerse las numerosas ausencias al cierre de las inscripciones el pasado 29 de julio, la organización de la Premier Padel se vio obligada a ampliar el plazo hasta el pasado viernes 5 de agosto. Mientras, y según el entorno de varios jugadores, el dirigente italiano intentaba convencer en primera persona a algunos de los ausentes para que cambiasen de opinión.
Al margen de la saturación en el calendario que ha supuesto la creación de la Premier Padel, y de las consecuencias físicas y fisiológicas de los más de 10.500 kilómetros que separan Madrid de Mendoza, han sido las diferencias en el trato y, sobre todo, la falta de protagonismo de la clase media en la PPA las que han empujado a un buen número de sus socios a ignorar el compromiso adquirido de disputar las diez pruebas de la Premier Padel y no viajar a Argentina. Un incumplimiento que acabó costando la expulsión de la asociación a las primeras de cambio a Rafa Méndez, cuando el jugador español decidió renunciar al Major de Doha por disputar el torneo WPT Challenger de Getafe por motivos comerciales.
Además de las denuncias en público de Méndez, jugador número 47 del ránking, otro jugador español, Álvaro ‘Chiqui’ Cepero, se ha erigido en el portavoz del malestar que muchos compañeros de profesión aseguran vivir en foros internos, pero que no se atreven a denunciar. Después de lamentar que el peso de los jugadores en la toma de decisiones es “el de una pluma”, el andaluz cuestionó en redes sociales el modus operandi de la PPA.
“Tenemos una asociación que se suponía que iba a defender al jugador, pero parece que una vez firmados todos como asociación, ganan los mismos cinco”, afirmó en clara alusión a Ale Galán, Juan Lebrón, Paquito Navarro, Fernando Belasteguín y Maxi Sánchez. Lejos de disculparse, en una entrevista en el blog especializado La Chiquita del Padel, Cepero reiteró su postura, acusando a la junta directiva de la PPA de acatar las órdenes de la FIP y de su principal patrocinador, el fondo QSI de Nasser al-Khelaïfi: “Creo que la Asociación va muy de la mano con Premier Padel y no es parcial”.
A pesar de que estas críticas no le impedirán disputar el P1 de Mendoza, Chiqui volvió a incidir en que “no se trata por igual a todos los jugadores” y en que “todos deberíamos hablar y mirar por el bien del jugador”. “Nos dan órdenes y la mayoría no tenemos nada que decir”, afirmó. Por este motivo, el andaluz ha decidido abandonar el chat a través de la cual la junta comunica sus decisiones a los socios de la PPA: “Cuando intentas desde dentro proponer reuniones y pasan de ti y de muchos jugadores durante un largo tiempo, lleva a todo esto”.