El Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad se olvida este año de Chiclana y deja una pequeña alegría en Jerez con un décimo agraciado con 400.000 euros. Tras casi dos siglos, la ciudad jerezana vuelve a recibir con los brazos abierto el Gordo de Navidad que se ha dejado ver en la administración número 16, ubicada en la calle Enrique Domínguez Rodiño, en el edificio Huelva 2.
Es el segundo año consecutivo que la citada administración vende un premio importante de la Lotería. En 2021 dieron el Gordo del Sorteo del Niño, este mismo año vendieron el tercer premio, también del Niño, y ahora, en este año el Gordo de la Lotería de Navidad.
También han sido agraciados los municipios de Rota, Cádiz y Chipiona con un cuarto premio. En la capital gaditana también ha caído un quinto premio.
Aunque este 2022 el Sorteo de Navidad no haya visitado el municipio, la suerte sí llamó a la puerta de Fluidmecánica Sur, la empresa chiclanera que hace 16 años construyó los bombos del Sorteo.
Además de construirlos, desde entonces la empresa se encarga cada año de que los bombos estén a punto para que en su gran día, el 22 de diciembre, sus mecanismos funcionen a la perfección, y el sistema gire hasta expulsar las bolas de la suerte.
"Es un orgullo, un trabajo muy especial", dice Rafael Vallejo, que dirigió en la empresa chiclanera el proyecto de construcción de los bombos como director técnico de la compañía.
Su trabajo no concluyó hasta que el Sorteo Extraordinario acabó, porque, aunque nunca ha pasado ningún percance, siempre se quedan pendientes de que todo funcione bien. "Por si acaso", dice.
Para Fluidmecánica Sur, dedicada a la construcción de sistemas hidráulicos eléctricos en el sector naval, el trabajo de crear los bombos y mantenerlos es una excepcionalidad que cada año les hace cambiar el ambiente marino al que están más cercanos.
El encargo les llegó en 2006, cuando Lotería Nacional decidió que debía cambiar el bombo de 66.000 bolas, que usaba desde el siglo XIX, por uno de 100.000 bolas.
Con piezas de bronce y latón montaron "pieza a pieza y tornillo a tornillo, como un mecano" el bombo para las 100.000 bolas. En definitiva, el sistema que permite que después los niños, accionen manualmente una manivela, y saquen la esperada bolita.