Los datos del escrutinio final de los votos conceden a Al Iraqiya (La Iraquí) 91 de los 325 escaños que estaban en disputa, seguida de la coalición Estado de Derecho, del primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, con 89 diputados.
En tercer lugar quedó la Alianza Nacional Iraquí (ANI), dominada por religiosos chiíes, que obtuvo 70 diputados y que puede convertirse en árbitro a la hora de formar una mayoría de gobierno.
Los datos son aún provisionales y tienen que ser ratificados por la Corte Suprema de Irak. Pero, antes, los partidos políticos tienen tres días de plazo para presentar sus impugnaciones.
Inmediatamente después de conocerse los datos del escrutinio final de los votos, Al Maliki expresó su disconformidad y anticipó que el Estado de Derecho recurrirá a los canales legales para impugnarlos.
“Los resultados no son definitivos y suscitan dudas”, afirmó Al Maliki, quien agregó que “el Estado de Derecho impugnará estos resultados ante la Corte Suprema, porque tiene documentos irrefutables respecto a la manipulación”.
Por su parte, Ad Melkert, jefe de la Misión de la ONU en Irak, afirmó que “los resultados representan la voluntad del pueblo”. Melker calificó las elecciones como “creíbles”, pidió a los partidos políticos respetar los resultados y dijo que la misión de la ONU no había encontrado “un fallo sistemático” o señales de fraude, aunque sí “algunas imperfecciones”, porque “ninguna elección en el mundo es perfecta”, añadió.
La difusión de los datos finales provisionales se conoció poco después de que, en una nueva jornada de violencia de Irak, al menos 53 personas murieron y otras 105 resultaron heridas al estallar dos artefactos explosivos cerca de la ciudad norteña de Baquba.
Las explosiones, causadas por un artefacto y un coche-bomba, se produjeron cerca de dos restaurantes de un mercado popular de la localidad de Al Jales, 15 kilómetros al norte de Baquba, capital de la provincia de Diyala, una de las áreas más conflictivas del país.
El domingo pasado, cuando se acercaba el final del escrutinio, Al Maliki pidió realizar un recuento manual de todos los votos a causa de las irregularidades denunciadas por grupos políticos que no identificó.