Media hora más tarde la cruz de guía sentencia “Hosanna, Hosanna”. Niños vestidos de hebreos que sostienen, con radiente luz en sus caras, las palmas que cortejan a Jesús en su entrada a Chiclana, en su entrada a la Semana Mayor. Le acompaña su Madre. Una madre llena llanto porque sabe lo que a su Hijo le espera, pero que no le deja que camine solo en tan ardua empresa, que por la calle La Fuente suena con el Rocío que la Banda Álvarez Quintero le presta.
A lomos de un pollino, Chiclana se rinde al Rey de los judíos, que un Domingo de Ramos más, y ya son 25 años en la calle, la Hermandad muestra su penitencia con los sones de Ecce Mater, sonando en la Carrera Oficial. Antes de que llegue la madruga, Jesús despide otro Domingo grande.