Dice el Consejo que esos colectivos “durante varios siglos y todavía hoy han sido objeto de homofobia, transfobia y otras formas de intolerancia y discriminación”.
Por ello, recomienda a los Estados adscritos que examinen su legislación para “controlar y reparar toda discriminación directa o indirecta” y que se aseguren de que las medidas contempladas en las leyes “se adoptan y aplican de manera eficaz”.
Recomienda, además, que se aseguren de que las víctimas discriminadas “tengan conocimiento de los recursos jurídicos” y puedan acceder a ellos.
El Consejo de Europa cita una serie de ámbitos donde poner atención, como el empleo, la educación, la sanidad o el deporte e invita a los Estados miembros a inspirar sus leyes en artículos como el del derecho a la vida privada, la protección contra la violencia o la libertad de expresión.
o asociación, entre otros.
“Se trata de un progreso importante. Esta recomendación es en efecto el primer texto jurídico del mundo que trata expresamente una de las formas de discriminación más duraderas y difíciles de combatir”, declaró en secretario general del Consejo de Europa, Thorborn Jagland.