Rajoy el jueves estuvo en Sevilla para reunirse con los padres de Mari Luz Cortés y de Marta del Castillo y, principalmente, para estar presente en el almuerzo que su antecesor al frente del PP, José María Aznar, había organizado para conmemorar el 20 aniversario de su primera ejecutiva, aquella con la que empezó a liderar el partido en 1990.
El anuncio de la dimisión definitiva y de la baja de militancia de Bárcenas, así como las repercusiones todavía latentes del caso Gürtel, sobrevolaron por el almuerzo y eclipsó todo lo demás, hasta el extremo de que en la comparecencia ante los periodistas de Rajoy todas las preguntas incidieron en la situación interna del PP tras la marcha del ex tesorero.
Ayer, en dos actos políticos celebrados en Montilla y en Lucena, Rajoy evitó cualquier referencia a la trama y a sus consecuencias.
Únicamente, sobre su autoproclamada exigencia de defensa de la honradez y la honestidad en la vida pública, ha dicho que el gobernante ha de "cuidar el dinero del contribuyente como si fuera suyo" y administrar un equipo ejecutivo como si administrara su "propia casa".
El presidente del PP andaluz, Javier Arenas, sí ha hablado de corrupción, pero para criticar a la Junta que encabeza José Antonio Griñán y la que antes lideraba Manuel Chaves.
De éste último ha afirmado que es "maestro de abusos", y al mismo tiempo, ha recomendado al PSOE que no indague en sus "amistades" porque sino se verá obligado a preguntar por las "amistades y familiares" del ex presidente de Andalucía, en alusión al caso Matsa y a la supuesta subvención que la Junta dio a la empresa en la que trabaja su hija.
También ha asegurado que el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, así como Griñán y Chaves, componen "la troika del despilfarro y de la corrupción".
En el primer evento, la presentación del candidato a la alcaldía de Montilla, Federico Cabello, el presidente del PP ha omitido cualquier palabra que pudiera vincularse con Bárcenas o prácticas internas indebidas y se ha centrado en criticar al Gobierno por haber intentado un pacto de Estado contra la crisis que al final ha resultado "una frustración".
Ha acusado directamente a Zapatero de no haber tenido "el coraje, la inteligencia y la valentía" necesarias para abordar la negociación del pacto sin incidir en "lo más importante", es decir, los cuatro pilares, a su juicio, de la recuperación: el control del gasto, la rebaja de los impuestos, un nuevo contrato laboral y la reestructuración del sistema financiero.
Aprovechando que se encontraba en Andalucía, donde los procesos de fusión de cajas de ahorros cobran actualidad -Unicaja y CajaSur podrían verse afectadas en próximas fechas-, Rajoy ha asegurado que le da "igual" que estos involucren a entidades de la misma comunidad o de territorios distintos.
Asimismo, ha avanzado que "una vez más" el grupo parlamentario popular trasladará al Congreso y al Senado su programa económico con el fin de allanar el camino de la solución de la crisis, especialmente del crecimiento del paro.
Tras recordar los datos del pasado mes de marzo, el tercer registro más alto de la historia, ha dicho, ha censurado que el Gobierno apenas haya adoptado medidas en la dirección correcta, si bien ha reconocido que algunas de las últimas recogidas en el decreto aprobado hoy por el Consejo de Ministros las comparte su partido.
Posteriormente, en Lucena, también en la presentación del candidato a la alcaldía, Manuel Gutiérrez, ha relacionado al PSOE con el aumento del desempleo.
"Siempre que gobierna el PSOE acaba generando un problema de paro y si vuelven a gobernar en el futuro, Dios quiera que no, volverán a hacerlo", ha subrayado.
Arenas, por su parte, ha indicado que la semana próxima, respaldado por Rajoy, recurrirá ante el Tribunal Supremo el pago de la deuda histórica de Andalucía por el Gobierno central, hecha, en su opinión, con "solares".
El Ejecutivo de Zapatero contraviene de este modo lo estipulado en el Estatuto de Andalucía, que la liquidación de la deuda ha de correr a cargo de los Presupuestos Generales del Estado, y por ello, según el mandatario andaluz, además del recurso ante el Constitucional, los populares llevarán el asunto al Supremo.
