Así se desprende de una encuesta realizada por las Cámaras de Comercio entre 5.000 empresas españolas, cuya conclusión principal es que la Formación Profesional no está adaptada a la realidad empresarial.
Según los datos facilitados por las Cámaras, la falta de motivación de los titulados y la escasa adaptación de la oferta formativa a las necesidades reales de las empresas son las principales carencias que observan los empresarios.
La falta de motivación es señalada por un 34% de las empresas encuestadas; el 28% indica que existen problemas de adaptación de los programas formativos a las necesidades empresariales y un 24% detecta carencias formativas básicas en los trabajadores titulados con FP.
A esos problemas, se suma la dificultad para encontrar profesionales cualificados con titulaciones de FP –el 20% de las empresas señalan esta carencia–.
Los empresarios que han participado en la encuesta señalan la escasa importancia que las administraciones dan a este tipo de enseñanza y la falta de prestigio social (17,8%) que tiene.
Respecto a la calificación global, las empresas valoran la Formación Profesional reglada con un 5,6 en una escala de 0 a 10; por sectores, comercio y hostelería-turismo son los que más valoran este tipo de enseñanza, con un 5,8, mientras que el sector industrial es el que menor valoración otorga, con un 5,1.