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Brasil presenta en Málaga una metáfora sobre la "ceguera" que sufrió el país

La etapa Bolsonaro en 'Saudade fez morada aqui dentro' de Haroldo Borges

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  • El director de la cinta. -

El cine brasileño ha cumplido este lunes con su habitual presencia en la sección oficial del Festival de Málaga desde que este se abrió al ámbito iberoamericano con una metáfora sobre la "ceguera" que, según el director Haroldo Borges, sufrió su país durante la etapa de Bolsonaro.

"Saudade fez morada aqui dentro" muestra a un adolescente que vive en un pequeño pueblo del interior de Brasil y que se enfrenta a una enfermedad ocular degenerativa que poco a poco le dejará ciego.

Según Borges, la película está muy cercana al género documental y nació precisamente a partir de un documental que conocieron sobre un chico que tenía un problema con la visión y que les pareció "un personaje interesante".

"Salíamos de un momento duro de Brasil, como si hubiéramos tenido una epidemia de ceguera, y era un momento propicio para contar una historia sobre la ceguera", explica el director, que asegura que tenía "familiares y amigos defendiendo al gobierno fascista" que dirigió el país.

Quería rodar una historia "que abordase la ceguera, pero que no fuera apocalíptica, sino que apuntase hacia la esperanza y la alegría", y ese chico de 15 años que se estaba quedando ciego "era la metáfora perfecta para ese Brasil que se estaba viviendo".

Filmaron "como si fuera un documental", por lo que generaron "mucho material", y ello llevó a que el trabajo de montaje fuera "largo", pero en las pruebas que hicieron con público encontraron "el ritmo de la película", según Borges.

Para él, los niños protagonistas "son los mejores de la película", después de haberlos elegido entre chicos de la región donde rodaron, una ciudad de solo trescientos habitantes, y con una selección en la que conocieron a 1.300 jóvenes en escuelas públicas de la zona.

Los dos hermanos no se conocían antes de filmar la película "y ahora son hermanos de corazón", asegura el cineasta, que cree que la "naturalidad" que han conseguido ha sido posible porque el equipo se quedó "casi seis meses viviendo en ese pueblo".

"Esa naturalidad la logramos trabajando así. Nos gusta la discreción del documental, estar observando y ser discretos en el pueblo. Así fuimos agarrando esa naturalidad y ese realismo", explica.

Por su parte, Paula Gomes, coguionista de la película junto a Borges, apunta que el trabajo con el guion es "siempre desafiante", porque le gusta "que sea de verdad una guía que apunta un camino".

Sin embargo, en este caso estaban "muy dispuestos a vivir la experiencia con los chicos, en ese pueblo y a dejarles hablar con sus acentos, con sus vivencias y con lo que traen de ese lugar".

Hicieron un "trabajo de observación" y para que diera este resultado "había que crear un plan de producción muy estratégico", según Gomes, que cree que "rodar en orden cronológico iba bien para la historia". 

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