Su nombre se anuncia en el cartel del domingo, aunque sea en letra más pequeña. A priori no será el protagonista principal de una novillada en la que cuatro compañeros suyos vestirán de luces para medirse a los novillos de Roque Jiménez. Él hará collera con su compañero Javier, que a su vez pertenece a una de las familias señeras del campo bravo de Jaén y de la hípica jiennense: Garzón.
Pertenecen a esa generación de niños de Jaén a los que les ha dado por torear. En algunos casos, los padres no se explican de dónde ha surgido ese torrente de afición incontenible que habita en ellos porque en sus familias no hay precedentes. Y eso es lo bonito que esconden estas intrahistorias de nuestros toreros del mañana.
El futuro no podemos predecirlo, pero el presente si nos ofrece motivos para ilusionarnos con lo que está por venir. Los videos que hoy se hacen virales gracias a las redes sociales, así nos lo demuestran. Por eso su nombre está sonando con fuerza entre los aficionados de Jaén.
Vestido con chaquetilla blanca campera, al igual que lo hacía Antonio Bienvenida o Esplá. O como Juan Ortega, que también gusta vestir así el traje de corto, su cuerpo menudo deja entrever un toreo que puede ser mayúsculo. La faena a una añoja en la finca “Pendoncillo” de Vilches, pone en evidencia que compone muy bien la figura, ejecuta el toreo con pureza y tiene un ramalazo de pellizco e inspiración, capaz de sacarse de la manga un molinete arrebujado con la muleta para rematar la tanda ante sorpresa de todos.
En la plaza de toros de Génave hace poquito formó un alboroto en un tentadero. Una imagen suya, habla por sí sola. Rematando por bajo el natural, erguida la planta, acompañando con el estoque simulado la embestida de un becerro jabonero, él parece crujir mientras al fondo se ve en un burladero a “Rafaelillo” rompiéndose precisamente al ver cómo toreaba el chiquillo de Jaén.
El domingo lo veremos. Justo cuando el calendario marca la fecha del 11 de junio, la que está señalada en su familia como el día más importante del año. Cuando Jaén se rinde a su patrona en San Ildefonso, y ese balcón privilegiado que existe frente a la Basílica, por unas horas se transformará en un tendido en La Alameda en el que la familia Caro se dará cita para ver a este niño que les ha salido toreando.