El delegado del Papa para mediar en la guerra en Ucrania, el cardenal italiano Matteo Zuppi, permacerá este miércoles y jueves en Moscú, donde se encontrará con el patriarca Kirill, según ha informado el Vaticano.
El vicecanciller ruso, Alexander Grushko, había mostrado "interés" en una visita a Moscú del delegado del Papa, que ya se reunió con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, a principios de mes en Ucrania. "El objetivo principal es alentar gestos de humanidad que puedan contribuir a favorecer una solución a la trágica situación actual y encontrar vías para alcanzar una paz justa", ha señalado el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni.
Los detalles de esta misión de paz siguen siendo confidenciales por razones de seguridad y porque el proceso de mediación está en una fase todavía de estudio. Sin embargo, según ha adelantado el diario italiano 'Il Corriere della Sera', está previsto que Zuppi mantenga un encuentro con el patriarca de Moscú Kirill y con algunos exponentes del Gobierno ruso de Vladimir Putin.
El Pontífice ha mantenido varios encuentros con el metropolita Hilarion, el exnúmero dos del Patriarca Ortodoxo ruso, si bien fue cesado el 7 de junio del año pasado y enviado a Hungría. Aunque no hay confirmación oficial, se sospecha que su imprevista salida pudo haber tenido que ver con su desacuerdo con la invasión de Ucrania, que el Patriarca de Moscú siempre bendijo y justificó.
En la audiencia general del pasado 3 de mayo, el Papa pudo saludar al metropolita Antonij de Volokolamsk, presidente del Departamento para las Relaciones Eclesiásticas Exteriores del Patriarcado de Moscú.
Con todo, las relaciones entre el Patriarcado ortodoxo de Moscú, que ha apoyado públicamente la invasión de Ucrania por parte del Gobierno de Vladimir Putin, y el Vaticano se han enfriado en los últimos meses. Francisco se reunió en 2016 con el Patriarca Kirill de Moscú y toda Rusia, máximo representante de la Iglesia Ortodoxa Rusa, tras casi 1.000 de años de distanciamiento, en una histórica reunión en el aeropuerto José Martí de La Habana.
Sin embargo, la invasión de Ucrania por parte de Rusia el 24 de febrero del 2022 ha provocado un distanciamiento. El Papa y el Patriarca Kirill mantuvieron una reunión vía zoom a mediados de marzo, pero la Iglesia ortodoxa rusa acusó al Papa de haber "tergiversado" la conversación y, según reveló Francisco en una entrevista posterior, Kirill se dedicó durante los primeros 20 minutos a leer "todas las justificaciones de la guerra".
"Escuché y dije: no entiendo nada de esto. Hermano, no somos clérigos del Estado, no podemos usar el lenguaje de la política, sino el de Jesús. Somos pastores del mismo pueblo santo de Dios. Por eso, debemos buscar caminos de paz, detener el fuego de las armas", manifestó. Del mismo modo, el Pontífice aseguró que el Patriarca Kirill no "puede convertirse en el monaguillo de Putin".
Por su parte, Zuppi mantuvo una reunión con Zelenski el pasado 6 de junio poco antes del derribo de las tropas rusas de la presa de Kajovka, situada en el río Dnipro a su paso por la provincia de Kherson, en el sur de Ucrania, lo que obligó a evacuar de urgencia de los habitantes de la zona afectada. Según informó el diario 'Avvenire', el encuentro entre Zuppi y Zelenski fue muy cordial y sobre la mesa estuvo el intento de abrir corredores humanitarios para que los habitantes de las zonas ocupadas por los rusos puedan escapar sin represalias.
Zelenski defendió ante el delegado del Papa que la Santa Sede "contribuya a la aplicación del plan de paz ucraniano". Se trata del plan de paz de diez puntos, que incluye que Rusia abandone todas las posiciones ucranianas, como la única salida posible a la guerra que Zelenski ya presentó al Papa en el Vaticano "como único algoritmo eficaz para lograr una paz justa".
Por otro lado, el limosnero del Papa, el cardenal Konrad Krajewski salió el pasado 22 de junio de Roma y condujo durante más de 3.125 kilómetros hasta Ucrania para llevar enseres y medicinas a los damnificados por la presa. "Descargamos inmediatamente los medicamentos, medicamentos de primeros auxilios. Un médico repartió los medicamentos, y luego llegaron las ambulancias para distribuirlos a los distintos ambulatorios del hospital", ha explicado en declaraciones a Vatican News.
"Está todo casi desierto, todo cerrado... --ha añadido--. De vez en cuando, oímos sirenas y cuando entramos había bombardeos. A un kilómetro de nosotros, podíamos ver humo y fuego e incluso esta noche la ciudad estaba siendo atacada".