El joven Bernat Nolet Tomas declaró ayer a Efe que tanto el propietario de la lanza como el guía prometieron a los seis jóvenes que les llevarían por otra ruta fluvial sin peligro para visitar la cascada que querían ver.
“Nos dijeron que íbamos a ir por otra ruta para ver la cascada por arriba, que no era tan bonito pero que no había problemas”, dijo el joven.
Nolet y su compañera Aina Frau Pascual lograron alcanzar la orilla cuando la lancha que los trasladaba por el río Tanchachín a las cascada de Tamul, en el central estado mexicano de San Luis Potosí, volcó y los precipitó al agua junto a sus cuatro compañeros.
Tres de ellos continúan desaparecidos, mientras que el viernes fue hallado el cadáver de una de las chicas arrastradas por la corriente, identificada como Neus Terradas Trías.
Los jóvenes accidentados son catalanes, a excepción de una de ellos, la superviviente Aina Frau, que es mallorquina.
Permanecen aún en paradero desconocido Francesc Espasa Nolet, originario de Lleida; Nuria Terradas Trías e Irene Carbó Xifre, naturales de la población de Cassà de la Selva, en Girona.
“Ahora mismo estamos bien, con algunos rasguños”, explicó Bernat Nolet, que junto a Aina Frau se dirigía durante la conversación telefónica con Efe a colaborar en las tareas de rescate junto al cónsul honorario de España en la vecina ciudad de Tampico, José Luis Ortega.
Un centenar de efectivos de Protección Civil rastrean el cauce del río, ayudados por lugareños, a su paso por los municipios de Aquismón y localidades aledañas.
La tarea se ha visto complicada por la meteorología y lo montañoso de la zona. Ayer, sin embargo, el tiempo es favorable, explicó el cónsul.
“Ahora mismo está difícil, subió mucho el agua, pero aún hay esperanzas”, dijo con voz queda.
El joven español informó del hallazgo del cuerpo de una de las chicas a 18 kilómetros de donde ocurrió el accidente, y lamentó el suceso.
“Las conocimos allí en la plaza, durante el trayecto íbamos hablando”, narró.
Aina, Francesc y Bernat se encontraban en México durante un mes para desarrollar un proyecto de cooperación auspiciado por la Universidad Politécnica de Barcelona para llevar Internet a una aldea.
Durante su última semana decidieron hacer un poco de turismo por el país y en Aquismón conocieron a las otras tres chicas. Una de ellas estudiaba en la universidad de Tampico y su hermana y una amiga se encontraban de visita esos días.
En la oficina de turismo local les desaconsejaron el viaje por la crecida del río, y ellos desestimaron el plan pero el guía y el barquero les convencieron de lo contrario, afirma el joven español.
El guía no les dijo que había que cruzar un río, lo supieron al llegar al lugar, y el barquero afirmó “que se podía pasar” y se subió a la embarcación.
“Nos vinieron a buscar ellos (...), el lanchero iba a subir. No piensas que te va a engañar, no va a querer morir”, explicó el joven superviviente.
Pero el hombre al ver la crecida del río mientras lo navegaban saltó al agua para ponerse a salvo y dejó la lancha sin rumbo.
