Acompañada de la guitarra eléctrica de Óscar Berguillo, la batería de Andrés El Papa, el teclado de Diego, uno de sus profesores del Conservatorio, y los coros de Pastora Andrades, Brisa Fenoy apareció en escena para alumbrar su primer trabajo discográfico, en el que ha contado con la producción de Santi Vargas (que también hizo una colaboración en el concierto) y Salvador Andrades, y en el que han colaborado artistas de la talla de Martin Leiton, Juan Galiardo o David León.
Brisa hizo una breve introducción al concierto, en la que ya se advertía que se trataba de una música muy propia, que había nacido de su sensibilidad. No en vano, Brisa Fenoy es la compositora de la letra y la música de todas las canciones del disco, grabadas en inglés a excepción de un tema.
El concierto contó con la interpretación de ocho canciones, en las que se adivinó pronto que el sonido de esta joven algecireño navega a través del pop de las últimas décadas, aderezado con ciertos sonidos rockeros que afloran en medio de las canciones.
Composiciones nacidas de su pluma y de su piano, y en las que, poco a poco, la joven artista va dibujando un universo musical marcado por los sentimientos, fundamentalmente los que nacen del amor, que son los que nutren la mayor parte del contenido de las historias que cuenta en inglés.
Con la frescura de sus 19 años y del sonido y el ritmo de su música, las canciones de Brisa Fenoy fueron llegando al nutrido público que se congregó en la sala Rascayú, entregando en esa clave popera y rockera los fundamentos más íntimos de su inquietud creadora.
Pero, lejos de tratarse de una artista plana, entregada a un estilo inamovible, Brisa Fenoy sorprendió también por su facilidad para sosegar el ritmo de sus canciones a través de la balada, en la que su dulzura y sensibilidad se plasma de forma más palpable.
Y, en una de estas baladas, cuando se sentó al piano, fue cuando llegó uno de los momentos más elevados de la noche. Además de hacer gala de su polifacetismo, acompañándose a sí misma en el tema Together, la magia de su sonido y la brisa de su música voló con una mayor altura, llegando su emoción al público.
Emociones que brotan de canciones dedicadas a las relaciones sentimentales, a la forma de ser femenina o al amor como sentimiento general, incluso temas dedicados de forma especial, como el que compuso para su novio.
La noche alcanzó otro momento especialmente emotivo cuando Brisa Fenoy interpretó otra de sus composiciones en la que la joven algecireña reflexiona acerca de la muerte de sus abuelos, logrando una gran dosis de sensibilidad pese al carácter más rítmico y animado de la música. Incluso, en el marco de esa introspección, Brisa se atrevió a introducir en el escenario al joven rapero local Iluminati, que cerró rapeando el tema alusivo al dolor por la ausencia.
Juventud, atrevimiento, dulzura, sensibilidad, polifacetismo, capacidad creadora y una voz calurosa convierten a Brisa Fenoy en una reveladora y aportadora promesa algecireña al panorama musical actual, una joven artista con muchas inquietudes cuyas creaciones se pasean por el escenario con la suavidad y quietud de una brisa, pero que enseñan el huracán que proyecta su carrera musical.
Con ese ritmo, y mucho más dueña del escenario que al principio del concierto, la algecireña cerró su actuación interpretando el tema Why, why, que sirve de single a su primer disco, en el que, tal y como indica su nombre, ha cumplido su sueño de poder transmitir en un trabajo discográfico su universo artístico más íntimo.
