El primer edil, Juan Montedeoca, abrió la sesión con una valoración de su gestión y descartó que “el Ayuntamiento esté paralizado”. Como ejemplo citó a la puesta en marcha de Bricor y dos nuevos hoteles, el centro de atención de Audi o una segunda licencia para el centro comercial abierto de Carrefour.
El regidor denostó a “aquellos que se ponen con pancartas a las puertas de una infraestructura tres días antes de que se abran. No son las pancartas las que ponen en marcha los proyectos”.
Tras ello comenzó el turno de intervenciones, en donde el edil no adscrito Francisco de la Jara decidió no tomar la palabra al entender que no se le iba a escuchar bien.
El edil de IU, José Tocón, apuntó que “hemos avanzado en la creencia que esto tiene solución. Se han presentado uno de los presupuestos más austeros. No escondemos la cabeza como la avestruz aunque este año haya sido muy complicado”.
La edil popular Maite Corrales recordó que este debate lo han afrontado en este mismo mandato tres alcaldes Alonso Rojas, Ángeles Ariza y Juan Montedeoca. Para Corrales, “contamos con unas preocupantes cifras de desempleo, con un 8,8% más que en 2009”.
PA y PSOE
El portavoz andalucista, Jorge Romero, se mostró especialmente duro con el “libertinaje impune de los políticos en este Ayuntamiento. Han realizado una gestión basada en el terrorismo político y el clientelismo”. Además, Romero repasó que “el Consistorio no cumple con la prestación del servicio publico”.
El portavoz del PA recordó la “deuda de 130 millones de euros” y el “fracaso de plan de saneamiento. Se van a gastar 60.000 euros en una RPT que debería elaborarse con coste cero. Mientras, no reclaman las tasas de basuras, que ascienden a 7 millones de euros desde el año 2000”.
El socialista Alfonso Pecino reprochó al PA su “visión catastrofista” y su falta de apoyo. Según Pecino, Romero “está en campaña electoral permanente, pero una cosa es predicar y otra dar trigo”, además de acusarlo de abonarse “al cuanto peor, mejor”. Eso sí, el portavoz socialista admitió que “quizá pecamos de un exceso de optimismo en nuestras previsiones”.
