Así lo anunció hoy la directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel, quien, no obstante, señaló que "aún no se sabe" qué autoridades asistirán a la inauguración en representación del Gobierno de España y del de Gibraltar, y más en un momento en el que la cartera de Asuntos Exteriores ha cambiado de manos y ha pasado de Miguel Ángel Moratinos a Trinidad Jiménez.
Caffarel, que hizo estas declaraciones tras presentar el libro "Saber leer", que coeditan el Cervantes y Aguilar, supone que la nueva ministra de Asuntos Exteriores "seguirá adelante con la planificación", en la que se preveía la apertura del centro de Gibraltar para diciembre.
Las actividades del centro comenzarán en febrero y se centrarán sobre todo en clases de español relacionado con el mundo de los negocios y de la administración.
También, y dadas las peculiaridades de Gibraltar, "se va a trabajar en proporcionar herramientas para la formación de profesores de español para los niños".
Caffarel no sabe si el cambio de ministro de Asuntos Exteriores afectará al Instituto Cervantes. De momento, tiene pedida "una cita" con la nueva ministra "para plantearle cómo va el Instituto".
"Yo no tengo ningún elemento de juicio para pensar que pueda haber un relevo, pero, finalmente, es el Gobierno el que tiene la última palabra, como debe ser", señaló Caffarel.
El año 2011 será de austeridad para el Instituto Cervantes, aunque los recortes presupuestarios a que ha obligado la crisis económica "han sido menores que en otras instituciones".
El Cervantes contará el próximo año con un presupuesto cercano a los 103 millones de euros, lo que supone un 0,6 por ciento menos que en 2010.
Ese recorte, que "es mucho para el Cervantes" porque quieren "consolidar los centros que están ya abiertos", impedirá continuar con la política de expansión que seguía el Instituto en los últimos años, y en 2011 no se abrirá ningún nuevo centro.
La política de austeridad obligará también a cerrar el centro del Florianópolis, uno de los nueve que el Cervantes tiene en Brasil, dada su escasa actividad docente y cultural.
Las peticiones que tiene el Instituto Cervantes de abrir nuevas sedes en Asia y en Estados Unidos se atenderán cuando los presupuestos lo permitan.
Como señaló Caffarel, los recortes presupuestarios se ven compensados en cierta medida con "el esfuerzo de ingresar más por matrículas", dado que en 2010 "ha habido un 12 por ciento de crecimiento, y todo hace pensar que podamos seguir por esa línea".
También supondrá una inyección económica la creación del Círculo de Amigos del Instituto Cervantes, que cuenta con "el beneplácito del Gobierno y de la Casa Real".