El cuerpo policial ha informado hoy en un comunicado de que los hechos se produjeron cuando la Policía Local recibió una llamada de un centro médico de la ciudad en la que se le informaba de la atención prestada a una mujer con lesiones en el rostro.
Los responsables del centro indicaron que la mujer había declarado que su pareja la había agredido y que se había llevado a sus hijos, de 7 y 8 años, respectivamente, del domicilio familiar.
La mujer se dirigió a la comisaría de la Policía Nacional, donde denunció que la supuesta agresión se produjo el pasado 8 de febrero tras una discusión.
La denunciante aseguró que su compañero la había abofeteado varias veces en la cara y que le ha arrojado un cristal que impactó en su rostro, produciéndole diversos cortes tanto en la cara como en el pecho, acreditando las lesiones mediante parte facultativo.
También manifestó que la noche anterior, cuando rezaba en la cama, su pareja le dijo que se callara, propinándole un puñetazo en la boca, y que temía por su vida.
Un grupo de agentes acudió al lugar de trabajo del presunto agresor para esclarecer los hechos, donde hallaron al denunciado junto a sus dos hijos.
Los hijos aseguraron que su padre no había pegado a su madre y que era ella la que lo había perseguido con un cuchillo, después de lo cual se autolesionó con un cristal.
El padre afirmó que nunca había pegado a su mujer, y todos fueron conducidos a dependencias policiales, donde los niños insistieron en que no querían irse con su madre "porque maltrata" a su padre.
Según la policía, la mujer, "presa de un gran estado de nerviosismo", profirió amenazas de muerte contra su pareja en presencia de los funcionarios y reconoció que las lesiones en el rostro se las había producido ella misma y que lo que deseaba era "buscarle la ruina a su marido".
M.A.V. fue detenida como presunta autora de los delitos de malos tratos y simulación de delito, y puesta a disposición judicial en unión de las pruebas recabadas, quedando en libertad con cargos.
