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Migres coloca nidos para evitar la extinción del avión común

La campaña ha sido iniciada por el colectivo ornitológico en el colegio Guzmán el Bueno de Tarifa

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  • Nido de avión -
La Fundación Migres ha iniciado una campaña de colocación de nidales artificiales en el colegio de Enseñanza Infantil y Primaria Guzmán el Bueno para intentar evitar la extinción del avión común (ave migratoria de la familia de las golondrinas) en la ciudad de Tarifa, una especie que se ha reducido drásticamente hasta estar actualmente casi al borde de su desaparición en esta localidad; esta situación es especialmente preocupante, pues se trata de la población de avión común más meridional de Europa.

Esta será la primera medida que se realice en Tarifa con esta especie (hasta ahora se ha trabajado con el cernícalo primilla a través del programa educAves) y para llevarla a cabo se cuenta con la colaboración del Cuerpo de Bomberos de la ciudad, ya que los lugares preferidos para el avión normalmente se ubican a la altura de un segundo piso.


Con motivo del inicio de esta campaña, la Fundación Migres presentará el “Cuaderno del avión común”, un libro didáctico para profesores y educadores recién editado en el programa educAves de las Consejerías de Educación y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, en el que la Fundación Migres actúa como secretaría técnica.

Biología y ecología del avión común
El avión común (Delichon urbica) es un ave migratoria que pertenece a la familia de las golondrinas (Familia Hirundinidae, Orden Passeriformes) y es una especie muy vinculada al hombre, pues habita con mucha frecuencia en pueblos y ciudades. Su nombre en diversos idiomas europeos hace referencia a esta proximidad a los seres humanos: house martin en inglés, huiszwaluw en holandés o hussvala en sueco significan golondrina de las casas o hirondelle des fenetrês, que en francés quiere decir golondrina de las ventanas, haciendo referencia a los lugares en los que construyen sus nidos.

El lugar donde instalan sus colonias es el mismo año tras año y el tamaño de las colonias es muy variable, desde unos pocos nidos a muchas docenas de ellos. Los nidos están construidos con pequeñas bolas de barro que recogen en las proximidades de la colonia, por lo que es necesario que existan zonas húmedas o encharcadas en los alrededores; la conservación de los humedales es determinante para la conservación de esta especie.


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