Fuentes del caso han indicado a Europa Press que el joven debe someterse a una nueva audiencia judicial en el país vecino con carácter previo a su extradición, que podría llevarse a cabo, según las primeras estimaciones, en unas dos semanas.
Los hechos ocurrieron a finales del mes pasado cuando la menor, identificada como R.R.S., paseaba junto a su abuela por dicha localidad cuando fueron sorprendidas y agredidas por un joven de 28 años vecino de Málaga que, al parecer, según precisaron fuentes del Ayuntamiento de Utrera, conocía a la menor a través de la red social 'Tuenti'. Tras ello, se dio a la fuga, aunque finalmente ha sido detenido en París, imputándosele un supuesto delito de homicidio en grado de tentativa y delitos de lesiones.
Desde el primer momento, la Guardia Civil realizó pesquisas para poder localizarlo y detenerlo, encargándose de la investigación el Equipo Mujer Menor (Emume) de Policía Judicial de la Guardia Civil. En la investigación se barajaron varias hipótesis sobre el paradero del agresor, entre ellas la posibilidad de que se hubiera suicidado, tal y como anunció él mismo por Internet; que se encontrara en España; que hubiera huido de España a través de Portugal, o que hubiera salido de la Península Ibérica hacia Francia.
Ante la eventualidad de que el huido hubiera abandonado el territorio nacional, se solicitó el dictado de una orden europea de detención y se lanzó una orden de búsqueda por distintos países del entorno de España. De forma paralela, la Guardia Civil mostró la fotografía del agresor a los medios de comunicación solicitando la colaboración, la cual fue "multitudinariamente" acogida, recibiéndose "innumerables" comunicaciones que fueron comprobadas una por una.
Toda vez que el agresor carecía de medios de subsistencia, se desplegó un importante trabajo de investigación en torno a estaciones trenes, de autobuses, parques, comedores sociales o albergues. En una de estas actuaciones, la Benemérita contactó con el enlace policial francés en la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil, a través del cual se encomendó a la Brigada Nacional de Búsqueda de Fugitivos (BNRF), dependiente de la Dirección General de Policía Judicial Francesa, la búsqueda y localización del fugitivo.
Fruto de estos esfuerzos, finalmente se le consiguió localizar en el barrio parisino de Bagnolet de París, en las inmediaciones de una estación de autobuses, donde al parecer vivía como un indigente. Los agentes de la BNRF detuvieron inmediatamente al fugitivo, que solía vestir con ropa de estilo gótico.