Terciado, en una entrevista concedida a Europa Press, se mostró esperanzado en que el cambio de Gobierno permita afrontar definitivamente, a corto plazo, las reformas estructurales pendientes, "que, con un nuevo marco fiscal, resultan indispensables para activar la economía y recuperar la credibilidad del país y la confianza de los inversores".
Dicha esperanza, matizó, es compatible con la preocupación que genera el próximo ejercicio, en el que la demanda interna se mantendrá muy débil como consecuencia de una aún mayor destrucción del empleo.
"Los empresarios demandamos que se afronten con urgencia y decisión los deberes pendientes, es decir, las reformas laboral, financiera y de las administraciones que recuperen la inversión productiva, la estabilidad presupuestaria y que incentiven la inversión privada, creando un nuevo marco fiscal", enumera Terciado.
Así, entiende que con ello, además de garantizar la prestación de los servicios básicos, sanidad y educación, se logrará recuperar la credibilidad de España como país y se generará confianza.
"Es compatible el recorte del gasto público y el fomento de la inversión. Y aunque las previsiones para 2012 son, en general, pesimistas, éste es el camino, quizá el único, que permitirá regresar a la senda del crecimiento a medio plazo", ha reiterado Terciado, que pone como fecha deseada de esa recuperación el ejercicio de 2013.
Hasta entonces, el presidente de Cecale urge la adopción de medidas de apoyo a la iniciativa empresarial y, por tanto, de dinamización del tejido empresarial, "lo que supone abordar sin dilación un amplio paquete de medidas".
Entre ellas, Terciado aboga por un entorno favorable para la empresa, simplificando al máximo los trámites exigidos para la constitución de una empresa y su coste; eliminar la morosidad mediante el pago a contratistas y proveedores en el plazo máximo de un mes, como establece la ley, y determinar la congelación de impuestos y tasas.
A su vez, reclama una administración más eficiente, reduciendo el gasto corriente hasta alcanzar, al menos, su equilibrio con los capítulos de inversión, además de traspasar al sector privado las empresas públicas y fundaciones que compiten en el mercado e incorporar a la empresa a las tareas de gestión y prestación de los servicios públicos.
Las reivindicaciones del patrón de patronos en Castilla y León incluyen la dinamización del tejido pyme y el empleo mediante una estrategia general y coordinada de creación de empresas, el apoyo a la normalización del crédito y la potenciación de los mecanismos públicos de inversión para extender la cultura de la innovación y de la internacionalización de la empresa, así como recuperar la figura del empresario como referente social y fomentar el espíritu emprendedor entre las nuevas generaciones.
