En conversación informal con los periodistas en el Congreso al término de la apertura solemne de la X legislatura, al Rey se le preguntó si estaba satisfecho con la respuesta que las fuerzas políticas habían dado a su tradicional discurso de Navidad.
El monarca reconoció que este año le había agradado "mucho" esa reacción de los partidos, pero aconsejó "no personalizar" en ningún nombre en concreto su discurso, que es lo que a su juicio en ocasiones hacen los medios de comunicación.
De hecho, la alusión del Rey en su mensaje de Navidad de este año a que "la justicia es igual para todos" se ha interpretado como una alusión indirecta al caso de su yerno, Iñaki Urdangarin, que está siendo investigado por la justicia por los negocios que llevó a cabo a través del Instituto Nóos que presidió durante 19 meses.
El monarca ha reconocido sentirse emocionado por la ovación de dos minutos con la que los parlamentarios le recibieron en el Hemiciclo del Congreso, aunque ha remarcado que lo más importante es saber lo que ese respaldo le exige como jefe del Estado.
Los periodistas también han querido conocer cómo ve el Rey la legislatura recién comenzada. Con el gesto de apretar los dientes, Su Majestad ha augurado que serán unos años duros para todos, pero que hay que estar ahí, trabajando "con ilusión y ganas".
En su condición de abuelo, habló de forma cariñosa sobre cómo juegan sus nietos entre ellos y el cuidado que él tiene que tener para tratarles a todos por igual, sin marcar preferencias.
EL PRÍNCIPE, IMPRESIONADO POR LA OVACIÓN AL REY
En otra charla informal con la prensa, el Príncipe ha admitido sentirse impresionado por la ovación de los parlamentarios al Rey y ha considerado que se trata de un respaldo que "dice mucho".
Ha recordado que el Rey ya habló en su discurso de Navidad de preocupación por lo que está sucediendo y recordó que a la institución le toca seguir trabajando mucho y en todos los sentidos.