¿Busca Manuel de Bernardo la secretaría general del Partido Andalucista para lo que al día de hoy no tiene apoyos suficientes o realmente quiere repetir jugada y colarse en la lista del concejal portuense Antonio Jesús Ruiz con la manida fórmula de una "lista de integración"?
De Bernardo ha presentado el viernes en Sevilla su precandidatura y lo primero que ha defendido ha sido que “cualquiera de ellos sería un buen secretario general” aunque está seguro que “finalmente sólo habrá una candidatura, dando ejemplo una vez más de la responsabilidad y unidad de los andalucistas”. Toda una frase para enmarcar y ofrecimiento meridianamente claro.
La lista de integración supondría para De Bernardo hacer un “sacrificio más” por el bien del partido aceptando que lo incluyan en la lista de Ruiz, lo que lo sacaría de la incómoda posición en que se encuentra en estos momentos cuando ha fracaso en todos los ámbitos de la vida política.
De eso es consciente el ex alcalde de San Fernando, por lo que una segunda lectura de una de sus principales propuestas que es que el secretario “no sea candidato en ninguna convocatoria electoral para centrar toda su atención en el partido y en dar las respuestas que nos demanda el Pueblo Andaluz”, es como si la hubieran hecho para alguien que ya no tiene nada que hacer en la política institucional.
Si le sale bien la jugada, esa será precisamente una de las propuestas a las que tendrá que renunciar, toda vez que Antonio Jesús Ruiz goza de muy buena salud política como concejal portuense y además formando parte del equipo de gobierno con el PP. O sea, que no va a renunciar al bien ganado escaño, lo que a De Bernardo le vendrá bien para seguir como concejal en La Isla, cargo que no quiere abandonar hasta que pase la triste historia del robo de la Caja. Jugada completa.
Además, De Bernardo ha defendido como necesidad “la modernización en la toma de decisiones dentro del partido, con la participación de la militancia gracias a las nuevas tecnologías” a través de las cuales “vamos a escuchar a los andaluces y las andaluzas porque son ellos los que deben hablar, y no siempre los partidos”.
La jugada le puede salir bien, aunque sea entrando por la puerta de atrás. Esto es, propiciando una negociación para que no malogre la intención de la mayoría del partido de que sólo haya una lista, intención que él ha malogrado pero que se dispone a aprovechar.
