La crisis económica es una noticia recurrente en los medios de comunicación. Detrás de las cifras, de los recortes y de conceptos tan nuevos y de actualidad como la prima de riesgo se esconden verdaderos dramas. Historias para no dormir que no se desarrollan muy lejos de nosotros; la familia, los amigos, los vecinos… son muchos los que están sufriendo las consecuencias de una crisis que trasciende a nuestro conocimiento.
Este podría ser el caso de un establecimiento histórico en Arcos, el hotel El Convento, que tras 25 años de historia podría cerrar sus puertas este próximo mes de octubre. La bajada en el número de reservas y los problemas del día a día hacen que la situación sea insostenible para María Moreno, una mujer que es todo un símbolo dentro del sector. Junto con su marido, José Antonio Roldán Caro, ha sabido sacar adelante un negocio que les ha acarreado muchas satisfacciones. No en vano, han sido muchos los premios y reconocimientos que el hotel ha recibido durante todos estos años.
Moreno lleva ya mucho tiempo denunciando la dificultad en los accesos al casco antiguo. En su caso, en la calle Maldonado, María asegura que cada vez que un cliente quiere acceder a su hotel “se deben quitar y poner sillas” de los veladores de otros establecimientos. Consciente de que los veladores son un derecho un derecho para los propietarios de otros locales y un disfrute para los turistas, María Moreno pide el arbitraje municipal, porque nosotros “sabemos que hay un espacio para la colocación veladores, pero creo que se pasan un poco”.
Con todo, la propietaria del hotel asegura que ha pedido reiteradamente una solución al Ayuntamiento de Arcos, pero “no hemos tenido ninguna respuesta”, ni del equipo de Gobierno actual ni del anterior.
De otro lado, Moreno critica el corte de calles en el casco antiguo debido a las distintas actuaciones que se producen durante todo el verano, “esto sólo beneficia a dos o tres y creo que perjudica a mucha gente. Pienso que se corto para todo el mundo o para nadie. Todos pagamos impuestos y nosotros muchísimos más que cualquiera y no me parece justo”. Por todo ello, María apuesta por dar un nuevo rumbo para el casco antiguo, porque “beneficiaría a todos”.
En este sentido, Moreno se queja de la falta de unidad entre los propietarios de los distintos establecimientos destinados al turismo en la zona.
Así las cosas, si nada lo remedia, la historia del hotel El Convento verá su final en pocos días. Años de vivencias que quedarán en el recuerdo de los muchos turistas que durante este tiempo. “Para nosotros esto no es rentable”, asegura Moreno, que reivindica además los ticket de aparcamiento 24 horas. “Eso era muy bueno para el turista. Ahora los clientes tienen que estar mirando el reloj para que no se les pase el ticket de aparcamiento. Al turista hay que darle facilidades, pero nosotros solos no podemos”.
Una situación drástica, “porque tememos menos ocupación y, si nos tenemos que enfrentar a problemas locales, todo se agrava más”, explica Estefanía González, una de las 11 trabajadores del hotel.
María Moreno lleva años dedicada al sector y regenta otro hotel en Arcos; Los Olivos, que permanecería abierto tras el cierre del pintoresco hotel El Convento. En octubre cerrará sus puertas y sólo quedará el recuerdo un arduo trabajo y una trato familiar e inigualable, las señas de identidad de la familia.
