Llega la Navidad y el alcalde Juan Ignacio Zoido acompañado de su delegado de Urbanismo, el calladito Maximiliano Vilches ha vuelto a anunciar la iluminación de las calles de Sevilla con motivo de tal evento. Y como siempre que se hace algo de la gestión actual se mira de reojillo al anterior Gobierno local. Para decir que son mejores nos cuentan que iluminan más calles y que se gastan más. Y ese es un gran error o al menos eso me parece a mí. En la anterior Corporación municipal el entonces primer teniente de alcalde, Antonio Rodrigo Torrijos, de Izquierda Unida, se empeñó en poner algo de coherencia a la abusona conducta de algunos y propuso que la financiación de la iluminación navideña fuera costeada a medias por empresarios y gobierno. Una medida sensata, coherente y que se hace en la mayoría de lugares civilizados. Por cierto que también avanzó en la inclusión de medidas de ahorro energético.
Ahora, sin embargo, para tachar al perseverante Torrijos de algo menos que de inquisidor, se saca pecho gastando más y poniendo más luces en las calles. Y aquí habría que separar la paja del trigo. Que la ciudad esté iluminada desde el 30 de noviembre como otras grandes ciudades, es sin duda una forma de atraer visitantes, de fomentar el consumo, etc. No me parece mal que la Navidad empiece al menos en las luces antes de comenzar diciembre. Lo que sí me parece una memez es que en tiempos de crisis se saque pecho porque se gasta más en bombillas que en políticas de empleo, por ejemplo. Nos tiene acostumbrado el señor Zoido a unas políticas populistas y más cercanas a la beneficencia que a la solidaridad real. Y eso, cuanto menos, es del siglo pasado.
Con las bombillitas de Navidad se pretende más criticar a Torrijos que mostrar un modelo de gestión diferente. Al final, las dichosas luces las acabará pagando el Ayuntamiento porque muchos comerciantes nunca pagan. Si no que le pregunten a los de Hernando Colón, decepcionados por Zoido y además que aún no han podido hacer frente a las cuotas del año pasado por la iluminación de sus calles.
Corresponsabilidad
La solución ideal es que la iluminación la pagaran como mínimo a medias entre Ayuntamiento y comercio, pero teniendo unos baremos relacionados con el IBI. No es justo que pague igual una pequeña zapatería de un barrio que El Corte Inglés. La corresponsabilidad en la gestión publico-privada es un buen modelo de gestión. Y eso lo entendió Torrijos con las luces de Navidad. Él fue coherente en sus planteamientos, aunque se pudiera discrepar de ellos.
Pero los actuales gestores municipales tienen dos extremos de gestión. O privatizan todo para beneficiar a los de siempre (caso de las juntas rectoras del Instituto Municipal de Deportes) o pagan con dinero público para beneficiar también a los de siempre. La cosa es que los suyos estén contentos siempre. Ésa es la diferencia clara entre derecha e izquierda. La derecha hace política de todo para su interés particular. Y la izquierda hace política de todo para el interés general.
La gestión de Zoido está pensada en el revanchismo y en la propaganda. Una propaganda pagada en medios afines que, por cierto, no admiten críticas en sus páginas a la labor de su pagador. Faltaría más. Y después van dando lecciones de ética periodística. Lo que son las cosas.
La obsesión por politizar todo llega a tales extremos que se le nota al equipo de Zoido que ya les viene grande este Ayuntamiento y tiene otras aspiraciones. Entre ellas la Junta de Andalucía. Y como muestra un botón.
Feria y elecciones catalanas
El pasado martes se inauguraba en la sede del Colegio de Aparejadores de Sevilla una exposición de veintiocho de los ochenta proyectos presentados para la portada de la Feria de 2013. Hasta ahí algo normal. Una muestra que, por cierto, inició el gobierno de Monteseirín y que al menos no se han cargado.
La exposición ha sido patrocinada por el Banco de Sabadell y Ferrovial y, tras las palabras del delegado del Sabadell en Sevilla y el presidente del Colegio, hizo uso de la palabra el inefable y todo ocupado Gregorio Serrano, delegado de Fiestas Mayores entre otras muchas ocupaciones en el municipio. Y comienza dando las gracias al patrocinador, el Banco de Sabadell, no por poner dinero en estos tiempos difíciles, sino por ser una entidad catalana que días después de las elecciones donde Mas ha conseguido ser la lista más votada se demuestra que Cataluña es España y se invierte en Andalucía. Y se quedó tan pancho. No les quiero decir cómo era la cara del directivo del Banco Sabadell. Como la de la mayoría que estaban allí, no sabía que tenían que ver las churras con las merinas.
Serrano debe saber que la relación de Cataluña con la Feria es anterior a él y a Zoido y que una de las mayores fiestas de la ciudad la fundaron un vasco y un catalán. En fin que cualquier cosa vale para hacer política. Pero política sin sentido claro está. A ver a qué venía esa cuñita publicitaria de las elecciones catalanas en medio de una exposición de portadas de la Feria de Abril. Pero cuando no hay argumentos, se dicen muchas tonterías.
Hoy jueves se pondrá el primer tubo de la portada a mediodía. Lo mismo un guasa va y en vez de manzanilla se acaba llevando una botella de cava pagada por el Banco Sabadell, para que quede claro que hay buen rollito entre catalanes y sevillanos. Qué ganas de rizar el rizo tienen algunos.
Un error de bulto
Y el rizo se ha rizado, y bien, esta semana con la detención de la cámara de La Sexta. La Policía ha reaccionado tarde y mal. Su silencio en la forma de llevar el asunto y no comprobar que se trataba de una periodista antes de seguir más adelante con su detención ha puesto en el punto de mira la actuación policial.
Algunas fuentes han indicado que fue identificada y detenida por grabar en la calle sin que se pudiera comprobar si era periodista o alguna persona de otra organización grabando la actuación policial. Y esto, si me apuran, es más grave aún.
Primero, que si eres periodista y te identificas te detienen y si no lo eres también. Que yo sepa, la vía pública es un espacio libre, y eso de la calle es mía es de la época de Fraga y Franco. ¿Dónde está escrito que no se pueda grabar en la vía pública? Si eso se regula se acaba el negocio de la telefonía móvil, me decía un amigo esta semana. Porque si se dan cuenta cuando Appel anuncia su Iphone 5 todo lo que te cuenta es de un super cámara de foto y video, que por cierto sirve para llamar.
La Policía se ha equivocado y Ana ha sido cabeza de turco. Hace falta una explicación oficial de la Delegada del Gobierno y no vale esa fría nota invitando a que la Justicia actúe. La Justicia ha actuado y también ha sido poco respetuosa con la prensa porque se ha quedado la grabación. A esto hay que ponerle pie en pared. Sin periodismo no hay democracia. Hace falta ya una explicación y que se depuren responsabilidades si las hubiera.
En el seno de la Policía sevillana hay buenos dirigentes con sensibilidad hacia los medios hace años y seguro que están disconformes con el camino emprendido, aunque por disciplina se mantengan en silencio.
