Los nuevos ejemplares de encina proceden del vivero de la Alcaidesa, perteneciente a la Red de Viveros de la Consejería de Medio Ambiente, y han sido seleccionados especialmente, ya que se ubican en una zona emblemática de la ciudad. El teniente de alcalde delegado de Parques y Jardines, Juan Barranco, explica que "las encinas se utilizan cada vez más en jardinería urbana, debido a su buena adaptación a los diferentes suelos y climas así como a su poca agresividad con las infraestructuras".
El paso previo a la siembra de los árboles fue la extracción del tocón de ambas palmeras y la apertura de los correspondientes alcorques. A estos trabajos hay que sumar el transporte, plantación de cada uno de los ejemplares y la incorporación de unos cubrealcorques, a fin de evitar posibles accidentes de los peatones.
Cada una de las encinas sembradas cuenta con una altura de 4 metros y medio y 5 metros de altura y con un perímetro de tronco de 62 y 78 centímetros, respectivamente. Ambos ejemplares se desarrollaron en suelos de dehesa de secano de la provincia de Huelva, de donde fueron extraídos en 2005 por la Consejería de Medio Ambiente a causa de las obras de construcción de una presa.
Según explica Juan Barranco, "esta actuación supone el inicio de los trabajos de reposición de palmeras eliminadas a causa de la plaga del picudo rojo. Próximamente, sembraremos otros 23 ejemplares de encina y 25 de naranjo en flor, en distintos lugares del municipio".