La exalcaldesa Pilar Sánchez no aclaró ayer si su nombramiento como directora del Instituto Andaluz de Cualificaciones Profesionales de la Junta le llevará a renunciar a su acta de concejal, una salida de la política local que ella misma avanzó hace más de un año.
A través de un comunicado, Sánchez recordó que su labor en el Ayuntamiento no está remunerada “por ningún concepto”, lo que le llevó a incorporarse a su plaza de funcionaria en la Consejería de Educación una vez finalizada la pasada legislatura.
Además, la edil socialista incidió en la idea de que el puesto que ocupa ahora en dicha consejería tiene “carácter técnico” y “sólo puede ser ocupado por un funcionario del grupo A de la Administración pública”, un requisito que en su caso se cumple.
Por su parte, el presidente del PP-A de Cádiz, Antonio Sanz, lamentó la “fuga bastante cobarde” de Sánchez, que a su juicio ha “pegado la espantada” a Sevilla.
Este nombramiento es para Sanz “un ejemplo más” de que el PSOE “no es capaz” de plantear una reforma en su Administración que provoque una reducción de cargos, considerando “poco edificante y poco ejemplarizante” que los socialistas “sólo busque hueco a sus dirigentes políticos”.
Sánchez enmarcó estas declaraciones en una campaña de “descrédito” hacia su persona, al tiempo que recordó que el puesto que ahora ocupa ya existía con anterioridad y no es “de confianza”.
Funcionarios contra el nombramiento
La asociación Defiendo mi derecho y la gestión pública ha cuestionado la designación de Sánchez, advirtiendo de que no tiene “ninguna experiencia” en formación para el empleo y recordando que sacó la peor puntuación de quienes pasaron el corte en el proceso de selección de 2008.
