Un juzgado de Sevilla ha declarado nulo el despido de una empleada por faltar 19 días a su trabajo por enfermedad, hecho que se produjo después de dos años y medio sin bajas médicas ni apercibimientos disciplinarios.
El juzgado Social 5, en una sentencia a la que ha tenido acceso Efe, explica que la trabajadora P.F.R. fue despedida de una tienda de repuestos de automóviles de Sevilla porque había estado de baja médica por cefaleas entre el 12 y el 30 de abril de 2012, tras lo cual la empresa le comunicó de inmediato su despido disciplinario.
La carta de despido alegó "disminución continuada y voluntaria en el rendimiento del trabajo", aunque a continuación aducía también causas económicas como la "bajada en la venta de neumáticos, a través de la página web de la empresa y en la venta telefónica, derivadas ambas de la crisis económica que atraviesa el sector".
La sentencia decreta la nulidad del despido, obliga a la readmisión en el mismo puesto de trabajo y el abono de los salarios que haya dejado de percibir, pues según la juez la carta de despido era "absolutamente genérica y yerra imputando a la trabajadora circunstancias propias que además convierte en causa de despido".
El empresario no acudió al juicio pero, según la sentencia, le corresponde a él demostrar que su decisión de despido fue "legítima, razonable o proporcional" y que no respondía a un "móvil atentatorio de derechos fundamentales".
El abogado de la trabajadora, Antonio Moreno Bautista, ha explicado a Efe que su demanda se basó en que el despido tuvo un objetivo "ejemplarizante para el resto de la plantilla" y fue una "represalia directa e inmediata" a la baja por enfermedad, pese a haber sido acordada por unos servicios médicos oficiales como es el hospital Virgen Macarena de Sevilla.
El despido le fue comunicado a la trabajadora el mismo día que se reincorporó de la baja pero su efecto empezó a contar el 15 de mayo y en esas dos semanas la despedida tuvo que instruir sobre sus funciones a su sustituta, que además era la compañera sentimental del empresario.
Además, el marido de P.F.R., trabajador de la misma empresa, fue despedido cuando la empresa supo que había sido objeto de una demanda por despido nulo, por lo que ambos se encuentran ahora en una situación económica precaria, con dos hijos a su cargo.
Según Moreno Bautista, la actual legislación laboral "en su aplicación práctica, supone un cheque en blanco para explotar sin límites por el empresario" en cuanto un trabajador "se atreve a ejercitar un derecho constitucional tan fundamental como el de la salud".