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El Gallinero

Jorge Drexler espera con ilusión la llegada del día del pregón de Carnaval

“Es natural que haya quien encuentre reparos por el hecho de dar el pregón alguien que viene de fuera”, afirma el pregonero del Carnaval 2013

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  • Pulso entre pregoneros -

El palco platea número dos del Gran Teatro Falla es, desde hace un tiempo, el destinado a ser ocupado durante el concurso de agrupaciones por la persona que recibe el cometido de realizar el pregón de nuestra fiesta.  Este año, el segundo del bienio en el que Cádiz ha ostentado por primera vez  la Capitalidad Iberoamericana del Carnaval, contamos con un pregonero de lujo nacido en la ciudad que nos cedió el testigo, Montevideo. Jorge Drexler es un reconocido músico a nivel internacional, cantautor, compositor, médico y ganador de un Oscar pero, durante este mes y parte del próximo, será nombrado por los gaditanos simplemente con la palabra pregonero.

Al acercarnos a su palco a hablar con él nos responde con gran amabilidad junto a su amigo Javier Ruibal, cantautor gaditano nacido en El Puerto de Santa María que fuese encargado de pregonar el Carnaval en el año 2009. Ambos tienen en común tantas cosas que lo primero que quisimos conocer es el origen de su amistad. Jorge hace un poco de memoria y su mente se detiene en el mes de febrero de 1995. “Nos conocimos en un festival en Cartagena. En esos días, estando en Madrid en casa de Joaquín Sabina, éste puso en mis manos un disco que, casualmente, era Pensión Triana de Javier.”  El portuense, tras estas palabras, recuerda que más adelante vuelven a coincidir en Madrid en ese mismo año en una actuación en el Café del Foro. Ese día Javier invitó a Jorge a subir al escenario y desde entonces la afinidad y conexión que hay entre los dos se ha ido fortaleciendo con el tiempo.

En el palco del pregonero la conversación se encamina y dirige, como es lógico, hacia el Carnaval.
Javier nos cuenta que de niño no lo vivió de cerca, ya que su infancia no la pasó aquí y su familia solía venir a disfrutar los veranos. “Fue años después, cuando me vine a vivir al Puerto cuando surgió mi afición. Primero me aficioné muchísimo a la calle y posteriormente también al concurso.”
Jorge nos relata su primera conexión con el Carnaval de Cádiz y no deja de ser curiosa la anécdota: “En el año 1999 di mi primer concierto en Cádiz en la Central Lechera. Esa noche mi amiga Desirée Ortega me animó a ir al Falla y la acompañé sin saber el modo en que íbamos a entrar. Mi sorpresa vino cuando, por la parte trasera dimos la referencia de un encargado de la Central Lechera y entramos colados en el teatro. Esa fue la primera vez que viví el ambiente de gallinero.”


Al preguntarle por lo que supuso para él esa primera noche de concurso, el uruguayo manifiesta que el Falla le recordó mucho al Teatro Solís de Montevideo. “Fue más que gustarme, fue un aluvión cultural interior. En esos momentos imaginé canales subterráneos conectando todo esto con el Carnaval de Montevideo. Me impresionó porque hay pocos procesos culturales, en dos lugares tan distantes, que se parezcan tanto. Desde la actitud participativa del público, los tipos, la forma de aparecer en escena, la instrumentación, las letras que se cantaron…todo ello me hacía pensar que me estaba trasladando por un agujero negro hacia el otro lugar”. 

En ese momento Javier nos explica, entre risas, sus primeros disfraces en algunas fiestas: de romano, de doctor siniestro con serrucho incluido. “Ya aquí en Cádiz me disfracé, un sábado de Carnaval que salí con Wyoming, con un abrigo negro, un sombrero negro y dos cables de teléfono colgando de los lados”. “¡Te disfrazaste de rabino!” se sorprende, también entre risas, Drexler al imaginarlo con el disfraz. Javier le cuenta que a eso es a lo que se refiere cuando le habla de la esencia del disfraz de Cádiz, del mamarracho. “Lo malo es que me quedé sin teléfono”, bromea.
Jorge ha vivido desde siempre el Carnaval en su Montevideo natal y recuerda su primer disfraz de mejicano, de charro, simplemente con unos parches negros hechos con corcho quemado y un sombrero mejicano. “Mi hermano Daniel ganó un concurso de disfraces, vestido de momia con papel higiénico, no podía moverse” comenta divertido Jorge.

Por último, les preguntamos lo que sintieron al ser nombrados pregoneros del Carnaval de Cádiz. Javier nos responde que en primer lugar se dijo a sí mismo que contestaría con un no, por la responsabilidad que suponía y porque no le cogió en un momento personal especialmente bueno. “Pero tuve una conversación con el Gómez y después de dos horas paseando y hablando me dijo que no podía decir que no, que me tirase de cabeza y lo disfrutara, y tuve su ayuda para prepararlo”. Ruibal considera que el pregón es un acto casi protocolario, no es como el concurso ni es la calle.

“Tiene una función social con tintes culturales y estéticos y, al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que es para el pueblo de Cádiz. Luego cada uno le da su sello. También pienso que es importante que el pregón no sea largo”. Jorge contesta a la misma pregunta comentándonos que se lo propusieron el año pasado, pero que no podía aceptarlo por  tener una gira ya cerrada que incluía esas fechas. “La segunda vez que me lo han propuesto ha sido este año y no me lo pensé. Es una oportunidad maravillosa para estrechar lazos con la ciudad, para fortalecer el puente con Montevideo y para enriquecerme personalmente como artista”.

Declara que se sintió tan contento que dijo que sí sin pensarlo. Más tarde le vino el susto por la responsabilidad tan grande que es. “Me ha pasado más veces en la vida a la hora de tomar algunas decisiones, porque soy impulsivo y visceral, no me paro a pensar”.

El pregonero de 2013 añade que “es natural que haya quien encuentre reparos por el hecho de dar el pregón alguien que viene de fuera, ya que el Carnaval es profundamente sentido por el pueblo, es normal que lo consideran algo muy suyo”.

Javier se incorpora a la conversación para expresar que para él fue un privilegio y un regalo realizar el pregón de 2009. Jorge finaliza haciéndonos conocer que vio el pregón de Ruibal el lunes de Carnaval de ese año. “Javier cogió en su pregón el arte del remate, la manera en que cerró el pregón,  fue condensando mucha emotividad. Me pareció muy bueno”. Mostramos nuestra gratitud a los dos músicos por su tiempo y su afectuosidad, y deseamos a Jorge Drexler mucha suerte para el día en que se desvele en San Antonio el trabajo que con gran ilusión está preparando para la ciudad de Cádiz.

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