Una eucaristía “de acción de gracias al pueblo de Jerez” pondrá fin este próximo domingo a la ininterrumpida relación de 746 años que ha mantenido la ciudad con la Orden de San Francisco. De este modo se cumple lo ya anunciado a finales de la primavera pasada, cuando se supo que el proceso de reordenación interna de los franciscanos le llevaba a clausurar la comunidad de Jerez.
Los cinco miembros de la congregación que permanecen aún en el convento de la plaza Esteve han sido reubicados en otros cenobios del entorno, como los de Chipiona o Cádiz, que sí se mantendrán abiertos. El convento de Lebrija, por el contrario, correrá la misma suerte que el de Jerez.
La drástica reducción de las eucaristías que se celebran semanalmente en la iglesia de San Francisco será la primera consecuencia del adiós de los frailes. Hasta ahora se han venido ofreciendo hasta quince eucaristías a la semana: dos de lunes a sábado y tres los domingos.
En adelante sólo se celebrarán tres misas: los miércoles por la mañana; los sábados por la tarde; y los domingos a mediodía.
No obstante, existe intención de que el templo permanezca abierto al culto por las mañanas, tal y como viene haciéndolo habitualmente, dado el importante trasiego de personas que acuden a venerar a imágenes tan populares como el Señor de la Vía Crucis o San Judas Tadeo. En todo caso, esas aperturas dependerán ya en buena medida del papel que desempeñen las comunidades integradas en San Francisco, entre las que destacan la Orden Tercera, la Hermandad de las Cinco Llagas o la Pía Unión de San Antonio. La otra incógnita que deberá despejarse es el destino final que la Diócesis dará a las dependencias propias del convento, que podrían ser cedidas a Cáritas y Proyecto Hombre.
El desmantelamiento de la comunidad de Jerez es consecuencia lógica de la falta de vocaciones, que ha llevado a la Provincia de Granada -a la que pertenece el convento- a reestructurar sus casas.
La eucaristía que supondrá la despedida de Jerez de los franciscanos se iniciará a las 20.30 horas.
