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El Puerto

Superstición cero en el fútbol portuense

Tanto Recre Portuense como Unión Poli cierran el curso en puestos de ascenso.

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2013 se va y como intentado compensar todo cuanto ha quitado, lo hace haciendo un guiño. A nivel deportivo pocos peros se le puede poner a un curso que llega a su ecuador.

Tanto Recreativo Portuense como Unión Poli lo hacen con todas las ilusiones de afrontar 2014 y con las aspiraciones de dar un doble salto a una categoría superior. Otra más.

Tanto Recre como Poli, pudieran dejar atrás una división que estrenan esta temporada, curiosamente.

Los rojiblancos, que ascendieron la temporada pasada de Primera Provincial, se meten tras esta jornada por vez primera en puestos de ascenso directo. Quién lo iba a decir tal y como ha pintado la entidad en los últimos dos meses de penurias.

Ni que decir tiene, que los gualdiverdes, en su primer año de existencia, igualmente, han ido creciendo a lo largo de las jornadas y, hoy por hoy, solo el Xerez DFC consigue mejores guarismos que los de Toni Oreni. Es el segundo mejor de toda la Segunda Provincial y el equipo, por sexta semana consecutiva, menos goleado de todos cuantos de la representación gaditana compite. De Segunda B a la última categoría, no hay ni uno solo que haya encajado menos goles.

Los seis tantos en 15 partidos disputados, así lo dice. Un sistema defensivo como pilar fundamental para aspirar a lo máximo.

Uno dice adiós al presente año, el Recre. Volverá el próximo con la segunda vuelta. El otro deberá esperar para tomarse las vacaciones. Aún deberá vérselas como local en Rota. La otra versión del partido del exilio.

El fútbol portuense vuelve a lucir por sus fueros en su vuelta a sus orígenes. Fundamentado en la cantera, con jugadores de la casa, de El Puerto y con los pies, más que nunca, en el suelo, miran a metas mayores. Nada inalcanzables, solo el trabajo de aprovechar como pocos los escasos pudientes. La ley del máximo provecho para el que lo expone todo.

Mientras eso se certifica, uno entrena donde puede y el otro a medio campo de albero. El fútbol portuense no es supersticioso pero tampoco tonto.

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