El servicio de recuerdo fue dirigido por el capellán del buque, reverendo Richard Ellingham, quien destacó la importancia en el actual clima mundial de dedicar unos momentos al recuerdo de aquellas personas que hicieron un último sacrificio.
El tercer HMS Ark Royal vivió un intenso período de hostilidades en los dos primeros años de la Guerra. Se convirtió en el barco británico más conocido, el talismán de la buena fortuna para los ciudadanos británicos y un objetivo de la propaganda alemana.
Fue enviado al Atlántico sur para asistir en la búsqueda del Graf Spee, trabajó en el Mar del Norte durante la invasión alemana a Noruega y tomó parte en numerosos convoys operativos en el Mediterráneo.
Su más famosa actuación se produjo en mayo de 1941, cuando sus torpedos alcanzaron al buque de guerra alemán Bismarck.
El Ark fue hundido el 14 de noviembre de ese mismo año tras ser alcanzado por un torpedo del U-81 alemán.
En la cubierta de aterrizaje del actual Ark Royal, durante la ceremonia de ayer, había una magnífica campana de plata, rescatada por la compañía superviviente del buque en 1941.
El oficial al mando del Ark Royal, capitán John Clink, declaraba ayer que era muy importante para ellos marcar el lugar donde fue hundido el tercer Ark. “La compañía del tercer Ark era bien conocida por su fantástica actitud y sus deseos de ganar, conociéndose entonces a la tripulación como ‘el espíritu del Ark’, y esta actitud sigue viviendo hoy en las personas a las que estoy orgulloso de comandar”.
Hace dos días, el buque presentó otra corona en la zona donde se produjo la Batalla de Trafalgar, la victoria más famosa de la Royal Navy y mañana domingo, el capitán Clink dirigirá a cincuenta tripulantes de su buque en el desfile del Remembrance Sunday ante el monumento a los caídos en Gibraltar.