La Hermandad de Nuestra Señora del Carmen se prepara para su día grande, cuando celebrará la festividad de la Patrona de la gente del mar. Desde hace ocho años ya, a esta celebración se suma el Pregón, que este año ha recaído sobre una roteña cuya vida, según ella misma explicaba ayer, siempre ha estado ligada al agua, hasta el punto de llevar el nombre de la Virgen a la que iba a dedicar sus palabras.
María del Carmen Herrera, conocida por muchos como Meli, hizo además ayer un esfuerzo titánico: una mala casualidad hizo que anoche se encontrase especialmente indispuesta a causa de una enfermedad digestiva, pero a pesar del malestar evidente que le causaba no le arredró, y aunque con voz algo más débil de lo habitual, dedicó sentidas palabras a la Virgen del Carmen.
Meli fue presentada de forma sencilla pero emotiva por su marido, Juan José Caballero Martins, que destacó de ella su entrega y tesón en cada uno de los aspectos de su vida: el docente, el familiar, el de aficionada y amante de las tradiciones... la definió como una "colaboradora incansable y docente excepcional", recordando los principales hitos de su vida, recordando que lo de ser pregonera no le es nuevo, ya que ha pregonado a San Isidro Labrador, ha sido Exaltadora de las Fiestas Patronales y de la Navidad, y presentadora habitual del Certamen de Saetas de la Peña Rociera Roteña.
El presentador de la pregonera le pidió que "nos permitas navegar bajo el manto de la Virgen del Carmen, y que ella nos guíe".
La Banda de Música de la Hermandad del Nazareno, que abrió el acto con la marcha 'Esperanza Marinera', tocaba tras la presentación una suite bautizada como 'Cuenta lo que fuimos'. Una pieza elegida por la propia pregonera, de aires melancólicos, pero que para Herrera "quiere contar un momento de mi vida, de una vida pasada".
Tras un abrazo de la Hermana Mayor de la Hermandad del Carmen, y con ayuda de su marido, la pregonera se subió al estrado, con la Virgen del Carmen presidiendo el altar mayor de la O, y comenzó a contar cómo el agua es esencial en la vida de las personas, estando presente desde el principio de los tiempos, como fuente de vida y de donde nacemos y a donde luego todos vamos.
También jugó un papel crucial en su vida, ligándose al agua para siempre, cuando en su bautizo su madre decidió nombrarla Carmen, tomando el nombre de la patrona de las gentes de mar, y marcando un camino que ya venía marcado de forma familiar, ya que su abuela había trabajado en la fábrica del pescado, su primer empleo fue en la delegación de Playas, y del mar llegó el que hoy es su marido.
Carmen recordó esa vida de las gentes sencillas de Rota, que supieron combinar una vida ligada a la tierra, al campo, y al mar. Retrató escenas de esas familias roteñas ligadas a la pesca, la llegada de los barcos al puerto, la espera de los hijos, y de las mujeres. Incluso recordó las calificadas como artes menores de pesca en los corrales, aprovechando para hacer una reivindicación a las administraciones para "ponerse serios" y luchar por la conservación de este patrimonio tan roteño.
La pregonera recorrió con sus palabras toda la orografía costera de Rota, esa que recorre la Virgen del Carmen cuando se prepara para su salida al mar, desde los Corrales hasta el Picobarro. Y con palabras emocionadas, finalizó un pregón lleno de sentimientos, de verso y de prosa, de historia y de recuerdo, con las palabras "Señora, me llamo Carmen, y de apellido, Herrera, y hoy he llegado hasta aquí para ser tu pregonera".
La iglesia de la O se puso de pie para aplaudir a Carmen Herrera por un pregón hermoso, contenido, que se extendió durante poco menos de media hora, y que a pesar de la indisposición de la pregonera se dijo con voz firme y clara. El acto finalizaba con la Banda del Nazareno interpretando la Salve Marinera, y el Himno Nacional.
