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Oficios tradicionales: el arte de lo bien hecho

En las comunidades rurales los padres enseñaban el oficio a sus hijos

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  • Joaquín Pérez es zapatero desde hace más de 30 años. -
  • La comunicación ?boca a boca? es fundamental para la supervivencia de los oficios tradicionales
“Pocas herramientas son suficientes para arreglar cualquier reloj”. Lo dice un experto. Antonio Pavón, relojero desde hace más de 40 años en Antequera. Ya quedan pocos como él, pero los que sobreviven aman su oficio sobre todas las cosas.
   
En pleno siglo XXI, todavía es posible encontrar pequeños talleres de oficios tradicionales que luchan, en el día a día, contra las grandes empresas. Ubicados generalmente en las calles de los barrios más antiguos de la ciudad, desempeñan su labor zapateros, carpinteros, orfebres, panaderos y pasteleros, relojeros, costureras, entre otros. Generalmente realizan su trabajo en el salón de su casa, o mantienen pequeños locales con rentas de alquiler muy antiguas.
  
En las comunidades rurales, los oficios tenían un significado distinto al de la sociedad actual. Los productos obtenidos respondían a las necesidades inmediatas de los propios habitantes. Así, los oficios pasaban de padres a hijos o de oficiales a aprendices. Los trabajos y las fábricas del entorno suponían la única razón de vida para estas personas. Ahora, las cosas han cambiado algo.

Las manos

“En el trabajo del artesano las manos desempeñan un papel fundamental”, resalta Joaquín Pérez, zapatero desde hace ya casi 30 años. Con catorce años, unos amigos le enseñaron la profesión, y ahora, en plena madurez física y mental, piensa que no hubiera “servido para otra cosa”. “Con mis manos y herramientas he reparado todo tipo de zapatos”, continúa. Esta circunstancia hace que en estos oficios el aprendizaje sea comparativamente lento, ya que “primero hay que conocer y luego dominar las particularidades del trabajo”, enfatiza Pérez.
   
Antonio Pavón, relojero en la ciudad del Torcal, aprendió el oficio de la mano de su abuelo. “Lo más bonito es el trabajo que hago con las manos, sobre todo porque arreglo piezas muy antiguas. Desde relojes de pared, hasta relojes de cuerda y de arena han pasado por mis manos”, confiesa. Se trata de un oficio que poca gente sabe ya realizar. Aún así, a muchas personas les gusta conservar y lucir relojes antiguos. Puras obras de arte.
   
La dedicación a la costura es la vida de Socorro Espejo, que desde los doce años trabaja con las telas. “Antes no había otra opción porque no podíamos estudiar, pero ahora no lo cambiaría por nada”, detalla. Después de muchos años, ha conseguido montar un negocio familiar junto a su marido, también modista. Todo un ejemplo de progreso en un oficio en el que la dedicación es un factor primordial. Y como no, el gusto por hacer las cosas bien hechas.

Crean una asociación de artesanos para preservar las profesiones de siempre

Crear una asociación para potenciar el sector. Ésta ha sido la mejor y única opción de los artesanos de la comarca nororiental de Antequera para conservar la continuidad de los pocos oficios tradicionales que se mantienen en la zona.
    La institución, que fue creada el pasado mes de febrero, fue bautizada bajo el nombre ‘Asociación de Artesanos de la Sierra Norte de Málaga’, y fue impulsada por un grupo de diez artesanos que representan al gremio de los oficios tradicionales. Los objetivos no son otros que la defensa del sector y la potenciación de sus posibilidades en un momento complicado por la crisis económica que pasa la zona.
    Bajo el nombre de ‘El arte de lo bien hecho’ la ADR-NORORMA realiza actuaciones en apoyo al sector, como la edición de una publicación que recoge un directorio de empresas agroalimentarias y artesanales de calidad ubicadas en la comarca nororiental.
     Para la creación de esta asociación también se ha contado con el apoyo de la Federación de Artesanos de Andalucía (FADA), que se encargó de orientarlos sobre los trámites legales para su constitución.

Objetivos

La nueva asociación de artesanos fijó entre sus objetivos la defensa y la promoción de los intereses económicos y sociales de los asociados. A ello se suma la promoción de acciones centradas en la formación, la relación con aquellos organismos públicos o privados que son necesarios en el desempeño de su labor, la promoción y participación en ferias sectoriales, y el diseño de campañas informativas entre los asociados con el fin de promover el sector comercial.

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