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El Puerto

Insípida corrida de Torrealta

Una vez roto el paseillo, se hizo entrega por parte del alcalde de la ciudad Alfonso Candón de sendas plazas de reconocimiento a Antonio de la Torre, A.T.S del equipo médico durante cincuenta años y a Antonio Sánchez Bello, Jefe de Personal de la plaza durante treinta años, ambos ya jubilados de sus

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  • PONCE -

Tres cuartos de plaza El Puerto (Cádiz) Tercer  festejo de la temporada de verano. Tres cuartos de plaza, gracias entre otras cosas a la buena labor  promoción que la Empresa ha realizado entre los jóvenes de varias asociaciones  y las Hermandades de la localidad.Festejo retransmitido en directo por Canal+ toros. Se han lidiado toros de Torrealta,  correctos en presentación y de poco juego en general.

Enrique Ponce(gris plomo y oro) tres pinchazos y descaballo, aplausos y tres pinchazos y ocho descabellos tras dos aviso, ovación.
Sebastián Castella, (azul y oro) estocada, oreja y dos pinchazos y estocada, oreja
Alejandro Talavante (verde y oro) estocada, aplausos y cuatro pinchazos y descaballo, silencio.
Una vez roto el paseillo, se hizo entrega por parte del alcalde de la ciudad Alfonso Candón de sendas plazas de reconocimiento a Antonio de la Torre, A.T.S del equipo médico durante cincuenta años y a Antonio Sánchez Bello, Jefe de Personal de la plaza durante treinta años, ambos ya jubilados de sus respectivos puestos.

Cuando se presentó allá por el mes de junio la Temporada Taurina 2014 que se está celebrando en nuestra Plaza Real, se emitió un video protagonizado por el novillero José Muñoz titulado “El Puerto, la sal del toreo”. Y  precisamente “sal” es lo que hoy le ha faltado a la corrida enviada por la ganadería de Torrealta a nuestro preciosa Plaza.

¡Qué poco de bravura queda en los cerrados del “Toñanejo”!. Atrás quedaron los momentos de gloria de una  ganadería que  gozó de gran prestigio tanto por parte del público como por parte de los toreros.  Tanto fue así que durante muchos años era la encargada de abrir la Temporada en la Real Maestranza de Sevilla lidiando el Domingo de Resurrección, todo un honor para cualquier ganadería de bravo.

Enrique Ponce sorteó en primer lugar un ejemplar que desde que asomó por la puerta de chiqueros evidenció que iba a ser un “manso de libro”. El toro pronto acusó una tendencia a tablas que se acreció en cuanto el maestro de Chivas le obligó a embestir en cuatro ocasiones consecutivas. Tanto fue así que llegó a echarse renegando de su condición de bravo antes de que el torero cogiera la espada de matar. Ponce necesitó tres pinchazos y un descabello para terminar con el animal.

El segundo toro del valenciano saltó al ruedo con los pitones astillados, cosa que con toda seguridad se produjo una vez enchiquerado, ya que si no fuese así no debería haber pasado el reconocimiento previo. Evidenció poco fuelle desde su primera embestida. Con la muleta Ponce lo sacó con la facilidad que le caracteriza hasta la segunda raya para realizarle una faena a media altura basada en la mano derecha. El torero a base de voluntad le sacó todo lo que tenía en una faena muy larga, escuchando el primer aviso antes de montar la espada. Luego falló repetidamente con la espada, sonando un segundo aviso y  necesitando de tres descabellos para acabar con la vida del toro.

Castella se encontró con un primer enemigo que le permitió lancearlo bien a la verónica. El toro se arrancó con clase al caballo montado por José Doblado.  En banderillas se lucieron José  Chacón y  Vicente Herrera, haciendo sonar la música cuando se desmonteraron para saludar al respetable. El galo comenzó la faena de muleta en la boca de riego  con tres pases cambiados por la espalda, sin moverse un ápice,  que pusieron a la gente en pie. Toda la faena por ambos pitones la realizó en el centro de la plaza. El toro que sangraba mucho a causa del puyazo y tras haber sufrido una voltereta a la salida del caballo, tenía una dulce embestida pero duró muy poco. Castella lo despenó de una estocada.

En el quinto de la tarde no pudo lucirse con el percal. Sus banderilleros Javier Ambel y Vicente Herrera protagonizaron otro buen tercio de banderillas. El maestro, al son de “Nerva”, maravillosamente interpretado por  la Banda de Música “Maestro Dueñas”, le realizó una faena de muleta larga, exprimiendo una a una las pocas gotas de bravura que el toro tenía en su interior. Tras un pinchazo consiguió una buena estocada, escuchando un aviso.
Talavante no ha tenido hoy suerte en el sorteo. A su primer toro tan sólo pudo sacarle unas series de derechazos dada la mala condición que tenía por el pitón izquierdo, por el cual el extremeño aguantó un par de coladas. Lo mató de estocada.

En el sexto tiró por la calle de en medio y abrevió la faena dada las pésimas condiciones que el toro presentaba. Tras cuatro pinchazos y un descabello puso fin a la tarde. Hay que señalar que cuando el torero comenzaba la faena de muleta, la cantaora portuense Aroa Cala se arrancó con un fandango dedicado al diestro.

No puedo terminar sin destacar una fea costumbre que el “público” está tomando: pitar al palco cuando suena el primer aviso. Hay que recordarle o enseñarle, que esto no es un castigo para el diestro, sino tan sólo, y como su propio nombre indica, un “aviso” de que ya han pasado diez minutos desde el comienzo de la faena de muleta. El segundo “aviso” se le da una vez pasados tres minutos desde que recibiera el primero, y el tercero, y éste sí que es importante, al pasar dos minutos desde el segundo, obligando reglamentariamente al sonar este último a que el toro sea devuelto a los corrales ya que el diestro no ha podido acabar con la vida del mismo.

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