Iván Cote Benítez es ya diacono. Ha sido ordenado por monseñor José Mazuelos Pérez, obispo de Asidonia-Jerez, en una celebración desarrollada en la Catedral del Salvador que se llenó de fieles para una ocasión que reunió de modo especial al presbiterio diocesano, responsables de las distintas labores pastorales entre las que los cofrades fueron numerosos. Procedentes de muchas de las hermandades jerezanas, se hicieron notar de modo especial los del Soberano Poder, cofradía de la que el ordenado era aún hermano mayor cuando accedió al Seminario.
Las feligresías de parroquias como Santa María Madre de la Iglesia (en la jerezana barriada de La Granja), que es la sede de su hermandad de referencia, así como las de Nuestra Señora de los Milagros (Prioral de El Puerto de Santa María), Santa María de las Nieves de Arcos, Nuestra Señora del Carmen de Rota o la de Costa Ballena, aquellas por las que ha pasado con distintas implicaciones durante su etapa de seminarista, también se hicieron presentes en la Catedral que también contó con diversas representaciones civiles entre las que destacaba la de la alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo Jurado.
Instantes antes de ser revestido con la estola apoyada en un solo hombro y cruzada en el cuerpo y la dalmática que caracterizan a los diáconos así como de imponerle las manos, monseñor Mazuelos dirigió una predicación en la que recordó al ordenando que quedaba instituido para servir a la Palabra, el altar y la caridad. “Hoy celebramos que el Señor ha elegido a Iván para una vocación particular que te ayude a configurarte con el Señor Jesús”, dijo mientras queda en mente de todos que en unos meses se espera que le llegue también la ordenación presbiteral. “Lo primero que tenemos que hacer todos -dijo a Cote- es unirnos a ti en acción de gracias”.
“No has recibido esta vocación por merito propio, El te ha elegido y te ha enviado para que tu fruto perdure”, ha añadido el pastor señalando que “también damos gracias por todos los que han contribuido en tu vida a que llegues hasta aquí”. Así, ha recordado a la familia que ellos habían sido “instrumentos del Señor”, condición que ha reconocido también a los miembros de su hermandad porque “el Soberano Poder es en definitiva quien te ha traído”. “Inundemos el corazón y contagiemos al mundo con la alegría del Evangelio”, ha parafraseado monseñor Mazuelos al papa Francisco cuyo pensamiento en le exhortación Evangelii Gaudium preside el trabajo pastoral diocesano de este curso.
“No caigas en el activismo del mundo moderno y ejercítate en la vida espiritual”, le ha dicho enfatizando su llamamiento: “Procura ser un hombre de Dios que irradie su presencia, es esto lo que vas a prometer en un momento”. “Hay que ser contemplativo”, ha propuesto la vida de las religiosas de clausura de los conventos diocesanos. “Deja que el Señor te hable y comparte con él los logros y los sinsabores que este ministerio te origine, y no te dejes llevar por la dispersión ni la rutina”, ha concluido.