Los trabajos en la fosa común del cementerio del municipio malagueño de Cañete la Real han determinado la existencia de 11 cadáveres de represaliados en la Guerra Civil que fueron arrojados a la misma de manera aleatoria y "sin ningún tipo de miramiento", según ha indicado el arqueólogo encargado de los trabajos, Andrés Fernández.
En rueda de prensa, el director general de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía, Luis Naranjo; el delegado del Gobierno andaluz en Málaga, José Luis Ruiz Espejo; la alcaldesa de la localidad, Josefa Jurado, y el propio arqueólogo han relatado el proceso que se ha llevado a cabo hasta encontrar estos cuerpos en una fosa de 10 metros de largo por uno de ancho.
La investigación desarrollada ha revelado que hubo 48 muertes violentas a las que hay que sumar 16 desaparecidos reclamados por sus familiares. En total son 58 hombres y seis mujeres. Con estos datos se iniciaron las catas en el terreno, dificultadas por el propio crecimiento del cementerio municipal.
Así, durante los trabajos se hallaron evidencias, restos óseos y mucha cal. Precisamente, esto último no era tan habitual pero en este caso, según el arqueólogo, había una calera cercana y eso parece que hizo que los enterraran en cal.
"Veíamos restos inconexos y vamos encontrando restos de niños que están encima", ha relatado. Este hecho, ha indicado Fernández, parece que tenía el objetivo de evitar trabajos de exhumación por la carga sentimental que supone el hallar a niños y neonatos. Incluso, en esta fosa se han hallado ataúdes posteriores que partieron algunos de los restos de los represaliados.
Las edades de los cadáveres hallados oscilan entre los alrededor de 18 años de uno y los más de 55 de otro. El arqueólogo ha indicado que se han hallado los cuerpos entremezclados, cráneos reventados, fracturas en los huesos largos, un cráneo con tres proyectiles --que corresponde al más joven--, una dentadura postiza, etcétera.
TRABAJADORES DEL CAMPO
Así, se ha llevado a cabo la exhumación individual y un estudio antropológico que ha evidenciado la edad de los fallecidos. Los resultados han determinado que se trataba de 11 varones siendo su perfil el de obreros.
"Eran trabajadores castigados por las labores del campo", ha indicado. Ahora, según Fernández, habrá que coger muestras de ADN de los familiares que han denunciado estas desapariciones y cotejarlas con los restos óseos hallados para ponerles nombres y apellidos.
La mayoría de las muertes se produjeron entre el 14 de septiembre de 1936 y octubre de 1937. Saben que hubo más víctimas pero "hemos intervenido donde hemos podido". La idea es continuar y seguir con las catas, ha admitido Luis Naranjo, quien ha recordado que hay más de 50.000 desaparecidos y fusilados "en cunetas y en los cementerios".
"Es una tarea ingente y los recursos son escasos", ha manifestado, al tiempo que ha criticado cómo en la época franquista "después de fusilarlos los ocultaron". En este sentido, ha aludido a que, según un estudio realizado por su departamento, el 30 por ciento de las fosas "no son exhumables" puesto que en muchos casos se construyeron bloques encima e incluso fábricas.
Por esta razón, se ha decidido una "alternativa moral", los muros y jardines de la Memoria, con datos de los fusilados en placas, con su edad aproximada y su profesión.
La alcaldesa de Cañete la Real, a la que han agradecido su colaboración para poder realizar los trabajos, ha defendido que los 11 cuerpos hallados necesitan "su cachito de democracia y una sepultura digna".
En los mismos términos, Ruiz Espejo ha recordado cómo los datos recogidos de esta fosa hablan de la "dureza" de lo acontecido, con restos de casquillos y proyectiles. Tras aludir a Teba, Cañete y Ronda ha apuntado a cómo en la zona norte de la provincia de Málaga se evidencia el "horror de la guerra y la posguerra".
URGE LA LEY Y MÁS COLABORACIÓN DE AYUNTAMIENTOS DEL PP
Naranjo, durante su intervención, ha demandado más colaboración a los ayuntamientos andaluces "gobernados por la derecha" para llevar a cabo los trabajos necesarios. "Hay una escasa colaboración y una obstrucción, pero tienen la obligación moral, política y un compromiso con la democracia", ha sostenido.
A su juicio, el proceso desarrollado en Cañete La Real es "un ejemplo y exportable al resto de Andalucía". "Ha habido una colaboración plena del Ayuntamiento, es un proceso complejo y agradezco la complicidad y el compromiso absolutamente necesario", ha concretado.
En este punto, ha urgido a la aprobación de la Ley de Memoria Democrática de Andalucía y ha incidido en que lo hallado en la fosa de la localidad malagueña "es una muestra más del genocidio y planificación de los golpistas contra la República".