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Huelva

Un ingeniero onubense reinventa el concepto de la mesa camilla

Joaquín Alfonso Villaseñor inventa y patenta SPUC-2C, sin patas y con un doble sistema de calefacción

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  • El invento -

Llegar de la calle con más frío que alicatando  un iglú, sentarse en busca del calor del brasero, acomodarse, esquivar una pata, buscar la postura, no chocar la rodilla con el filo interior de la tapa de la mesa, mantener la postura para no encontrar de nuevo las patas... Conseguido, estás disfrutando de la mesa camilla.

Quizá sea una enumeración que da una descripción algo exagerada, pero sirva de ejemplo de que este tradicional mobiliario, deseado y querido cuando el frío aprieta, tiene un punto de incomodidad. Pero como dijo el torero Belmonte a Ortega y Gasset cuando le dijeron que era filósofo, “hay gente pa tó”. Porque el ingeniero onubense Joaquín Alfonso Villaseñor estaba dispuesto a poner freno a estas incomodidades, empezó tiempo atrás a darle vueltas a la cabeza y ha conseguido reinventar el concepto de la tradicional mesa camilla. Lo ha hecho con el invento del SPUC-2C (Sujeción por Perfiles en U de la Mesa Camilla con dos Calefacciones).

El diseño, que ha salido adelante con las aportaciones de Alejandro González de Canales y Aurelio Montaño, consiguió la patente el pasado 3 de octubre, fecha en la que entró en el Boletín Oficial de la Propiedad Intelectual (BOPI), después de que el 29 de septiembre la Oficina Española de Patentes y Marcas le notificara que su solicitud le había sido concedida.


Comodidad y seguridad
Villaseñor describió a Viva Huelva las utilidades de su inventiva tras una idea que nació en su cabeza hace tiempo. De hecho, relata que en su casa hace unos 20 años que utiliza una de las dos innovaciones de su mesa camilla, con el uso de un diseño artesanal de la doble calefacción.

Este ingeniero onubense destaca que su SPUC-2C tiene dos elementos funcionales especialmente reseñables: salvar las incomodidades con  la ausencia de patas y ganar en seguridad con las propiedades ignífugas de los materiales y elementos chivatos de que la calefacción ha quedado encendida.

Así, por un lado, logra la sujeción de la tapa mediante perfiles en U tumbados con abertura hacia fuera. Y por otro, se instala un doble sistema de calefacción. En la parte superior, una lámpara de rayos infrarrojos con potencia de hasta 500 vatios y que sirve de chivato si se deja encendida, ya que por debajo de la enagua sale un tono rojizo al estar activa. Y en el centro de la tarima, el hueco para el tradicional brasero con una potencia de entre 800 y 1.000 vatios.

Este invento ya es una realidad, y ha recibido la felicitación del Club de Inventores Españoles y de la Oficina Internacional de Propiedad Intelectual. Además, una vez que se ha conseguido la patente, ya hay negociaciones abiertas con diferentes empresas para su comercialización, según aseguró el inventor a este medio.

Joaquín Alfonso Villaseñor, que junto a Alejandro González de Canales, patentó el sistema de electrificación de tranvías sin catenarias, no descansa en dar formas a sus ideas y en la actualidad trabaja con su compañero en lograr la patente de otros siete inventos.

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