Unos 400 inmigrantes de origen subsahariano han intentando entrar en Melilla durante una noche y mañana de martes de intensa presión migratoria en la valla que separa la ciudad española del reino alauí, pero ninguno ha logrado finalmente su propósito de acceder a territorio nacional, según han informado a Europa Press fuentes policiales.
Las fuerzas de Seguridad de España y Marruecos lo han evitado desde que bien entrada la madrugada se avistara a unos 400 inmigrantes aproximándose a la alambrada, en grupos, el más numeroso de 200 por la zona de Farhana.
Sin embargo, todos fueron repelidos por las fuerzas auxiliares marroquíes mientras en el lado español estaba preparado todo el dispositivo antiintrusión de la Guardia Civil, formado tanto por agentes de la Comandancia de Melilla como de los refuerzos de los Grupos de Reserva de Seguridad (GRS) con base en la Península, que completan la plantilla melillense.
Las fuentes policiales han apuntado que únicamente dos subsaharianos lograron poco antes de las 07.00 horas tocar el vallado por la zona próxima a 'Villa Pilar', situada junto al Aeropuerto de Melilla, pero fueron rechazados por la Guardia Civil antes de que pudieran entrar en la ciudad española.
Asimismo, según han añadido las citadas fuentes, sobre las 11,17 horas otros dos inmigrantes lograron alcanzar la zona más próxima al puesto fronterizo de Farahana, lo que obligó a cerrar esta frontera "durante unos minutos" para repeler esta entrada.
Este cierre de uno de los dos puestos fronterizos por el que pueden pasar vehículos desde o hacia Marruecos conllevó una importante retención de automóviles.
Esta presión migratoria se produce cuando en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) hay acogidos más de 1.600 personas, cuando su capacidad óptima es de 480, lo que ha conllevado que se esté instalando en su interior un módulo prefabricado para prescindir de las tiendas de campaña que Ejército y Cruz Roja facilitan para poder dar atención a todos los 'sin papeles' que alcanzan la ciudad española.