El avance del metro sigue paralizado a orillas del Guadalmedina. Este miércoles está prevista la celebración de una reunión entre representantes de la Junta y del Ayuntamiento para desbloquear la situación. De no hacerlo, los sobrecostes y problemas derivados del retraso se multiplican.
Está previsto que el metro llegue hasta Atarazanas en 2017. Si el plazo no se cumple, las arcas públicas deberán desembolsar hasta ocho millones de euros más de los presupuestados. Por no hablar de otro problema derivado de los retrasos y es la posible coincidencia con la celebración de la Semana Santa del próximo año. Una situación que supondría cerrar el tajo en la Alameda Principal para las procesiones para luego tener que volver a abrirlo.
La bronca política está centrada ahora en los papeles. Los que están entregados, según la Junta de Andalucía, y los que faltan, según el Ayuntamiento.
La administración autonómica ha entregado la documentación para solicitar la autorización de los permisos municipales que debe otorgar el Consistorio para comenzar los trabajos del tramo Guadalmedina-Atarazanas.
La administración local insiste en que, entre los documentos entregados, falta documentación “imprescindible” para poder conceder esta autorización.
De entregarse, el alcalde ha vuelto a reiterar este martes que el Gobierno local está comprometido a aprobarlos en 20 días.
El interés está centrado ahora en la reunión del miércoles, en la que está previsto el análisis de 25 peticiones de movilidad realizadas por el Ayuntamiento. Una ocasión para limar asperezas.