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El campo de béisbol no soportó el viento por fallos en la construcción

El campo de béisbol de Sant Boi (Barcelona), donde el pasado 24 de enero fallecieron cuatro niños al desplomarse durante un vendaval, fue incapaz de soportar las rachas de viento porque tenía defectos de construcción y porque incumplía las normas de seguridad, según un informe pericial.

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El campo de béisbol de Sant Boi (Barcelona), donde el pasado 24 de enero fallecieron cuatro niños al desplomarse durante un vendaval, fue incapaz de soportar las rachas de viento porque tenía defectos de construcción y porque incumplía las normas de seguridad, según un informe pericial. 

El informe pone de relieve que el edificio tendría que haber soportado la acción del viento, aunque no fue así porque era “fácilmente vulnerable” y estaba en una situación de “riesgo” debido a la “falta de rigidez” por su “inadecuada” construcción y al “incumplimiento” de las normativas de seguridad. 

En concreto, el estudio, encargado por el Juzgado de Instrucción número 3 de Sant Boi de Llobregat, señala que el conjunto estructural fue incapaz de soportar las rachas de viento porque el muro de carga no tenía las condiciones de rigidez necesarias y no estaba entrelazado con el pórtico. 

“Se produjo un estado latente, que en cualquier momento y por cualquier circunstancia o acción externa que actuara sobre el mismo podía dar lugar a una deformación, que podía comportar el colapso de los elementos que componían el sistema constructivo”, remarca el informe elaborado por un arquitecto de Sant Cugat del Vallès (Barcelona). 

El perito recoge en su informe que pese a la singularidad de las rachas de viento (que llegaron a los 144 kilómetros por hora), “no por eso la edificación tenía que sufrir irremediablemente un colapso, pese a su situación a campo abierto”. 

Por ello, concluye que las “causas básicas” que propiciaron el derrumbe fueron la “inadecuada” construcción, que comportaron una “ausencia de rigidez” y la “fragilidad” del sistema estructural.

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