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El inagotable crédito de Estados Unidos, campeón por tercera vez

Si entonces la suerte de los penaltis acompañó a las pupilas de Norio Sasaki, el combinado estadounidense confirmó en Canadá el porqué del oro olímpico conquistado en los pasados Juegos de Londres, también frente a las Nadeshiko

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Abby Wambach (35 años) y Christie Rampone (40 años) levantaron este domingo al cielo de Vancouver (Canadá) el trofeo que acredita a la selección estadounidense como campeona del mundo. Una condición que el cuadro yanqui luce por tercera vez, registro inédito en la historia del fútbol femenino.

Precedió a esa imagen una exhibición de fe, ambición y carácter comandada por Carli Lloyd, a quien la mejor jugadora del mundo en el año 2012 debió ceder su puesto en el 'once'. La arriesgada decisión de la entrenadora Jill Ellis mediado el campeonato impulsó al cuadro norteamericano hacia un éxito que, además, significó la culminación de la revancha por la final perdida cuatro años atrás ante Japón.

Si entonces la suerte de los penaltis acompañó a las pupilas de Norio Sasaki, el combinado estadounidense confirmó en Canadá el porqué del oro olímpico conquistado en los pasados Juegos de Londres, también frente a las Nadeshiko.


Centrocampista reconvertida en segunda punta, la Balón de Oro del torneo brilló con un triplete exprés: en el minuto 16, Estados Unidos dominaba la final por un elocuente 4-0, que acabó por convertirse en el 5-2 definitivo, la más clara evidencia de lo ocurrido sobre el césped artificial del BC Place Stadium.

Allí hubiera merecido llegar la selección inglesa, contra pronóstico el mejor conjunto de Europa.

Las pupilas del galés Mark Sampson se rehicieron tras el duro golpe recibido en semifinales, donde Japón las derrotó por 2-1 gracias a un autogol de Laura Bassett en el minuto 92, para arrebatar la medalla de bronce al cuadro germano.

Favorito al título, el dos veces campeón del mundo (2003 y 2007) falló en el cometido de hacerse nuevamente con el trofeo.

Verdugo de Suecia en octavos de final y de Francia en cuartos, el conjunto dirigido por Silvia Neid se apagó en semifinales, ronda en la que Estados Unidos destapó las carencias de un equipo exhausto.

Mejor fortuna mereció el combinado galo, incapaz de despojarse de la etiqueta de eterno aspirante. La intervención de Nadine Angerer en el décimo turno de la tanda de penaltis que resolvió el duelo de cuartos de final precipitó el adiós de las francesas.

Con el único consuelo del hito goleador de Marta Vieira da Silva -la máxima realizadora en la historia de los Mundiales femeninos, con quince tantos- se despidió Brasil de un campeonato decepcionante. A un año de los Juegos de Río, la escuadra de Oswaldo Alvarez 'Vadao' encontró su techo en los octavos de final. También Camerún, Colombia, Suecia, Corea del Sur, Suiza, Holanda y Noruega.

Ilusionante fue la andadura del combinado anfitrión, para quien Inglaterra, en cuartos de final, supuso un escollo inexpugnable.

En insalvable se convirtió la brecha entre las 23 internacionales españolas y el seleccionador Ignacio Quereda, cuya destitución fue exigida por el grupo capitaneado por Vero Boquete tras su eliminación en la fase de grupos.

Incumplido el objetivo de alcanzar al menos los octavos de final, el pobre rendimiento de La Roja en Canadá -sumó un punto de nueve posibles- destapó las diferencias entre jugadoras y cuerpo técnico por lo que entendieron como una preparación deficiente.

Eso podría precipitar el revelo en el banquillo español, ocupado por Ignacio Quereda desde hace 27 años.

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