Revés para la cantera con la retirada del equipo infantil

Mientras que el primer equipo del Xerez Club Deportivo marcha deportivamente viento en popa, la cantera está sufriendo las carencias de la entidad y ha sufrido un serio revés con la retirada, ya oficial, del equipo infantil que militaba en la Primera División Andaluza. Fuentes del club argumentan que el problema estriba en la falta de jugadores, ya que el equipo sumaba goleada tras goleada y los chavales no querían seguir y optaban por marcharse. Ya no se hizo el último desplazamiento y esta semana se comunicó al Recreativo de Huelva que no viajase porque el equipo no se iba a presentar. La renuncia a la categoría ya es oficial. Los infantiles abandonan con seis encuentros jugados, sin contabilizar los dos en los que no se ha presentado, seis perdidos, un solo gol a favor y 49 en contra.
La cantera se puso en marcha con mucha premura, con chavales nuevos ya que los de la pasada campaña se habían ya marchado a otros clubs y, obviamente, sin el nivel suficiente como para militar en una categoría andaluza con equipos importantes como los que existen. El infantil dice adiós y siguen compitiendo, por ahora, el juvenil de la Liga Nacional y el cadete de la Andaluza aunque, en estos momentos, nadie del entorno del club es capaz de asegurar que los dos equipos van a terminar la temporada.  Y es que deportivamente la competición es harta complicada para los chavales. En juveniles, en Liga Nacional, el Xerez Club Deportivo es penúltimo con 1 partidos ganado y ocho perdidos. Tres puntos de 27 posibles, tiene 7 goles a favor y ha encajado 34. En la última jornada perdió 7-0 ante el Córdoba.
El equipo cadete, que milita en la Primera División Andaluza, cierra la clasificación con 0 puntos después de haber jugado ocho partidos. En el último choque, en casa, perdió 1-3 ante el Recreativo de Huelva. Ha marcado dos goles y ha encajado la friolera de 37.
Con estos números, condenados al descenso de antemano, cuando a no ser goleados, es complejo que los jugadores se puedan sentir ilusionados a la hora de salir a jugar.