Los presidentes de los dos parlamentos rivales en Libia advirtieron hoy de que el acuerdo que firmarán el jueves bajo los auspicios de la ONU será a título personal, ya que ninguno de ellos tiene aún mandato de sus respectivas Cámaras para rubricarlo.
Aqila Salah, presidente del Congreso de los Diputados en Tobruk, y Nouri Abu Sahmein, presidente de la Cámara rebelde en Trípoli, comparecieron ante los periodistas y lanzaron el aviso tras reunirse en Malta hoy por primera vez desde que el país se quebrara políticamente en el verano de 2014.
En aquella fecha, el Parlamento que dirige Sahmein se negó a ceder el poder a la nueva Cámara salida de las urnas, que se exilió a la ciudad oriental de Tobruk.
Desde entonces, ambos gobiernos rivales están en involucrados en un proceso de paz bajo los auspicios de la ONU, que pretende formar un gobierno de unidad nacional que ponga fin al vacío de poder en el que vive el país.
Tras meses de tensas conversaciones, el acuerdo citado por ambos presidentes está previsto que sea firmado el jueves en la ciudad balneario marroquí de Sjirat.
Ayer, un diputado de la Cámara Legislativa de Trípoli reveló a Efe que esta se reunirá en sesión plenaria con el fin de aceptar o rechazar el citado acuerdo y aseguró que la mayoría de ellos lo "rechazará".
El domingo, representantes de la comunidad internacional manifestaron en Roma su apoyo a la formación de un Gobierno de unidad en Libia que acabe con cuatro años de conflictos y que aplaque el avance de los yihadistas del Estado Islámico (EI).
A su término se difundió un documento en el que se pone de manifiesto el objetivo de la cita: "Expresar nuestro apoyo al pueblo libio y a la consecución de la unidad de sus instituciones".
Los veintiún signatarios, entre ellos España, expresaron también su "determinación, en colaboración con el Gobierno de unidad nacional libio, a derrotar al EI en Libia y a eliminar la amenaza que representa para el país y para la seguridad internacional".
"Estamos preparados para apoyar (la reconciliación). Es el momento de romper este Estado fallido de Libia. Estamos firmemente decididos a animar a que se llegue a un acuerdo que no se detenga ante el individualismo", manifestaron.
Libia es un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que 2011 la comunidad internacional apoyara militarmente el levantamiento rebelde contra la dictadura de Muamar al Gadafi.
Desde entonces, el poder está divido entre dos gobiernos, uno en Trípoli y otro en Tobruk, que luchan por el control territorial apoyados por señores de la guerra, mafias de tráfico de armas y personas y diferentes tipos de milicias.
Del enfrentamiento y el vacío de poder se aprovechan bandas armadas afines al grupo yihadista Estado Islámico, que junto a la Organización de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) han ampliado su influencia en el país y en todo el norte de África