El Consejo de Seguridad de la ONU reforzó hoy las medidas en vigor para tratar de estrangular las finanzas de los grupos yihadistas e introdujo cambios para apuntar directamente al Estado Islámico (EI) como la principal amenaza.
Por consenso, el máximo órgano de decisión de Naciones Unidas aprobó la resolución 2235, un larguísimo texto preparado conjuntamente por Estados Unidos y Rusia, en lo que muchos ven como una nueva muestra del creciente entendimiento entre los dos países en torno al EI y la guerra en Siria.
Los miembros del Consejo, por primera vez en la historia, estuvieron representados en la reunión por sus ministros de Finanzas para dejar clara la importancia que dan a cortar las vías de financiación del grupo terrorista.
Las finanzas del EI, muy distintas a la de otros terroristas gracias al control territorial que tiene sobre partes de Irak y Siria, se ha convertido en una de las prioridades de la comunidad internacional a la hora de combatir a la organización.
Según EEUU, el EI ha obtenido ya unos 500 millones de dólares sólo gracias a la venta de petróleo procedente de esas zonas y millones más gracias a la extorsión de la población, el saqueo o tráfico de antigüedades.
Sin embargo, según los especialistas, la ventaja que da a los yihadistas el control de territorio a la hora de conseguir dinero, también supone una debilidad, pues sus gastos se disparan.
"Para sostener su infraestructura petrolera y sus esfuerzos militares, el EI necesita acceso al sistema financiero internacional. Esa dependencia presenta oportunidades para atacar", explicó hoy el secretario del Tesoro estadounidense, Jacob Lew.
Ahí es donde entran en acción las sanciones de la ONU, en gran medida ya en vigor, pero que no han sido aplicadas con suficiente determinación, según reconoce el Consejo de Seguridad.
Así, la resolución aprobada hoy recupera en gran parte acciones pasadas y las complementa con otras, con el objetivo principal de asegurar que todos los Estados hagan más para cortar el suministro financiero al EI.
"Aunque estamos logrando progresos para aislar financieramente al EI, si queremos tener éxito debemos intensificar nuestros esfuerzos, individualmente y juntos a nivel internacional", dijo Lew, que presidió la reunión.
El texto exige a todos los países que adopten de leyes que criminalicen la financiación de los yihadistas y les reclama acciones más decididas, por ejemplo remitiendo a la ONU más nombres de personas o entidades sospechosas de apoyar al EI para que puedan ser sancionadas.
El texto obliga a todos los Estados miembros a informar en un plazo de 120 días de las medidas que han tomado para estrangular las finanzas del grupo.
Hasta ahora, las sanciones de la ONU contra el EI estaban englobadas bajo el régimen de medidas contra Al Qaeda y otros grupos vinculados, bajo el que hay más de 243 personas y 74 entidades sancionadas, pero a partir de ahora esa lista cambiará de nombre para apuntar directamente también a esta organización.
Según destacó el ministro español de Economía, Luis de Guindos, la resolución es "un paso importante" e "indica una voluntad política de actuar contra el terrorismo", aumentando entre otras cosas la cooperación entre Gobiernos.
Mientras, el titular francés de Finanzas, Michel Sapin, subrayó la necesidad de actuar contra el "anonimato" en ciertos tipos de transacciones financieras, por pequeñas que sean.
"Hablo desde la reciente y dolorosa experiencia: los ataques del 13 de noviembre (en París) fueron financiados en parte con tarjetas prepagadas, que permitieron transferencias anónimas y pagos entre Bélgica y Francia", señaló.