El ministro belga de Justicia, Koen Geens, considera que la ley actual que define cuatro niveles de amenaza terrorista debe ser revisado y se plantea la posibilidad de crear un quinto nivel, según publica hoy el diario "De Tijd".
El ministro explicó a ese medio que se ha empezado a discutir la extensión de esa ley junto al gabinete del ministro belga de Interior, Jan Jambon.
El quinto nivel de alerta que se contempla cualificaría una amenaza para la que habría información específica sobre los autores, los lugares o el momento en que podría producirse un atentado.
Actualmente el nivel más alto es el cuarto, que hace referencia a una amenaza "grave e inminente".
En una entrevista a los diarios "De Tijd" y "L'Echo", el director del Órgano de Coordinación para el Análisis de la Amenaza (Ocam), André Vandoren, consideró que esta reforma puede ser "beneficiosa".
"Las amenazas ya no son las mismas que cuando se creó este organismo en 2006. Pero los atentados cometidos en 2015 en París y en el avión ruso (que se estrelló a finales de octubre en la península egipcia del Sinaí con 224 turistas a bordo) son de otro tipo: son verdaderos actos de guerra", declaró Vandoren.
El referente antiterrorista en Bélgica, que a sus 66 años abandona la dirección del Ocam, dijo también al diario "Le Soir" que "no tenemos los elementos que permitirían afirmar que evitamos un atentado" durante el fin de semana del 20 de noviembre, cuando el país declaró el nivel cuatro de alerta en Bruselas que se extendió a lo largo de seis días más.
En todo caso, explicó que, "con los elementos que teníamos, no hubo atentado", y que "es muy pronto" para sacar una conclusión de manera formal.
Vandoren explicó que el 20 de noviembre tomaron la decisión de elevar el nivel de alerta durante 48 horas tras recibir "informaciones de servicios de apoyo e informaciones complementarias y concordantes".
Pasado ese plazo revaluaron el nivel de amenaza y acordaron mantenerlo tras recibir "una información que nos obligó" a ello.
"Esta nueva información estaba relacionada con el mismo caso y hacía referencia únicamente a la inminencia" de un posible atentado, indicó.
Mientras la máxima alerta permaneció en vigor, la capital belga quedó prácticamente paralizada, con el metro, escuelas y comercio cerrados la mayor parte del tiempo.
Preguntado por las críticas a los servicios belgas de información hechas por Francia, Vandoren dijo estar al corriente de ellas, como las que hacían referencia al aeropuerto de Charleroi, al sur de Bruselas.
"Constato que los servicios funcionan", aseveró, y puso de ejemplo que se ha arrestado en ese aeródromo a personas llegadas de Turquía que habían sido interceptadas con documentación falsa.
Por lo que respecta a las pesquisas francesas para hallar a los responsables de los ataques del 13 de noviembre en París, Vandoren dejó claro que, "si tenemos en cuenta todos los elementos, vemos que la investigación no se queda en Molenbeek (distrito de Bruselas al que se ha vinculado a diferentes presuntos terroristas), sino que se extiende a varios países europeos, especialmente Francia".
"No digo que no haya vínculos con Bélgica. Pero tampoco hay que simplificar exageradamente", concluyó.