Militares franceses del dispositivo antiterrorista que protegían la mezquita de Valence, en el sureste del país, hirieron a tiros de gravedad esta tarde al ocupante de un coche que les atacó, mientras otro hombre recibió una bala perdida.
El conductor del vehículo, que ha sido identificado y no tenía antecedentes, fue alcanzado en el brazo y la pierna y fue hospitalizado de urgencia, aunque su vida no corría peligro, informaron las autoridades.
Uno de los soldados también resultó herido, pero de levedad, al ser alcanzado por el atacante, mientras que un hombre de 72 años que se encontraba en las inmediaciones recibió una bala en la pantorrilla y tuvo que ser intervenido, explicó el alcalde de Valence, Nicolas Daragon.
En declaraciones al canal "BFM TV", Daragon contó que el vehículo se abalanzó contra los cuatro militares que estaban de guardia delante de la mezquita entre dos servicios religiosos, por lo que había bastantes fieles alrededor.
Primero se estampó contra un automóvil que estaba aparcado junto a los militares, y luego dio marcha atrás para arremeter de nuevo contra los uniformados, que después de dar las advertencias de uso abrieron fuego.
El alcalde insistió en que el hombre, que actuó solo, no era una persona conocida por los habituales de la mezquita y que llevaba un coche con matrícula de otro departamento.
El fiscal de la ciudad, Alex Perrin, que se trasladó al lugar de los hechos, en el barrio de Fontbarlettes, y es el responsable de la investigación, debía ofrecer detalles sobre la operación.
Las autoridades insistieron en que no se tenía constancia de amenazas contra la mezquita.
Los ministros franceses de Interior, Bernard Cazeneuve, y Defensa, Jean-Yves Le Drian, mostraron su "pleno apoyo" a los militares objeto de la agresión.
Cazeneuve y Le Drian subrayaron en un comunicado conjunto que los soldados replicaron con "tiros de defensa" y que "corresponderá a la investigación "establecer las motivaciones precisas del autor".
Cerca de 10.000 militares participan en la misión Sentinelle puesta en marcha tras los atentados yihadistas perpetrados en París en enero del pasado año, y reforzados tras los ataques de noviembre.