Nuevos actos vandálicos han afectado al entorno de los parques de la localidad, aunque en esta ocasión los damnificados han sido los propietarios de la Escuela de Surf 'Educa', que tiene en dicho parque su sede, una caseta de madera.
Los propietarios del Club Surf Educa, Margarita Rodríguez Sotillo y Manuel Sánchez Román, ya venían denunciando pequeños actos vandálicos en sus instalaciones, que centran su mayor índice de actividad durante los meses de julio y agosto, pero que el resto del año se encuentran cerradas. El parque, debido a su situación, es una zona más bien solitaria, y por tanto durante los meses de invierno y otoño no tiene apenas afluencia de público. Una situación que favorece, en opinión de los dueños, este tipo de situaciones.
Cuando comenzaron a sufrir actos vandálicos, las primeras veces de escasa repercusión, los propietarios de Club Surf Educa denunciaron ante la Policía la situación, que se comprometió a tener en cuenta su aviso. Pero ha sido hasta esta ocasión, en la que los daños han sido mayores, cuando la Policía finalmente ha acudido a la zona a tomar huellas y fotografías para intervenir de forma más insistente en el asunto.
Los vándalos entraron por una claraboya situada en el techo de la caseta de madera, accediendo al interior donde, a pesar de no haber objetos de valor, se dedicaron a tirar todo el material educativo por el suelo y a romperlo, a arrancar de las paredes dos estanterías, sustrayendo dos radios, una manguera que se empleaba para limpiar el material, arrancando una de las puertas y forzando una ventana y arrancando el brezo que proporciona sombra a la entrada de la caseta. Además, según denuncian los dueños, los autores de estos actos han usado el interior de la caseta para realizar sus necesidades y para consumir drogas, ya que han encontrado residuos que así lo demuestran.
Para los propietarios, la persona o personas responsables de estos hechos han tomado esto por costumbre y acude o acuden de forma habitual a este lugar, como otros vecinos les han hecho llegar comprobando que la caseta se encontraba abierta a la entrada de cualquiera. Además, el hecho de que el parque mantenga una puerta abierta durante todo el año, hace que cualquiera pueda entrar sin control alguno. Un parque que además, como ha podido comprobar Viva Rota, no se encuentra al día en su mantenimiento, ya que presenta las hierbas altas y cierto descuido en su vegetación. "Nosotros le damos vida desde que abrimos, que va a hacer cuatro años", explica a este medio Margarita Rodríguez, que ha solicitado al Ayuntamiento medidas definitivas para evitar que se sigan produciendo actos vandálicos en la zona, incrementando la vigilancia y el cuidado del parque.
