Siempre se ha dicho que dos partidos seguidos en casa o fuera ni se ganan ni se pierden, pero el Cádiz rompe ya hasta las “leyes” futbolísticas. Y lo hace de la peor forma, cayendo por segunda semana consecutiva tras adelantarse en el marcador.
Esta vez fue la Balona la que se quedó con los tres puntos en juego haciendo muy poquito ante un Cádiz que hizo mucho, pero para mal.
Claudio optaba por la pareja de mediocentros en la que viene confiando últimamente. De esta forma, David Sánchez llevaba el timón y Nana la escoba para barrer todo intento de ataque local.
En la izquierda, Álvaro García mantenía su sitio, como Güiza en la punta del ataque. La variante era la entrada de Jandro como enganche, siguiendo Lolo Plá en una banda derecha que ya había ocupado en la visita al Betis B.
Pero lo que no pudo solucionar el entrenador cadista fue, una semana más, la debilidad de la línea defensiva, esta vez agravada por la ausencia de Andrés Sánchez, situación que concedió la titularidad a Luis Pavez, perdidísimo en casi todas las acciones de ataque linenses.
Con los cadistas más tiempo en el suelo que de pie por culpa de los resbalones transcurrían los minutos de un partido sin dueño. Uno de los contendientes aspira al ascenso y el otro a mantener la categoría, pero no se notaba la diferencia entre ambos.
Güiza probó fortuna en primer lugar, teniendo Zamorano la réplica al finalizar una jugada iniciada con, cómo no, un resbalón, en este caso de Nana en su propio campo.
Rozó el gol Lolo Plá a los veinte minutos, pero su disparo tras recibir el balón de Güiza tropezó en un defensor y se marchó a la esquina.
Juampe y Álvaro García fueron los siguientes en intentarlo en pleno correcalles. Y de nuevo Güiza estuvo a punto de rematar un buen pase de Jandro, pero la jugada terminó en saque de esquina.
A la media hora, Cifuentes evitó con una buena salida que Stoichkov se plantara solo ante él.
Y a los 33 minutos se abrió la lata. Un balón suelto por la frontal del área llegó a los dominios de Güiza, que no perdonó y con maestría lo envió raso y cruzó a las redes. Minuto maldito para la Balona, obligada a su primer cambio al lesionarse Ximo.
Pese al palo, los locales se repusieron pronto y en apenas tres minutos igualaron el marcador por medio de Stoichkov. Una rápida jugada despistó a los capitalinos y entrando totalmente solo en la banda izquierda, el delantero blanquinegro batió a Cifuentes, que llegó a tocar el balón, pero no lo suficiente.
Con disparo de Juampe se finiquitaba una primera mitad que había dejado un gol para cada equipo y una decena de corners para los de Claudio Barragán.
El guión de la segunda mitad consistía en atacar los amarillos y buscar contragolpes los locales, al menos en los primeros minutos.
Güiza, muy activo, pero también cansado, era el primero en marcharse, aún con media hora por delante. Su lugar era ocupado por Calvo, que ocupaba la derecha para que Plá se fuera a la punta.
Pero por más piezas que se tocaran en ataque, el Cádiz tenía los problemas en defensa. Una y otra vez se veía la facilidad con la que los locales se acercaban a Cifuentes.
El horrible partido de Pavez a punto estuvo de ser culminado por un penalti cometido sobre Juampe, pero el colegiado no lo apreció para suerte de los capitalinos.
Pero la suerte parecía echada y la remontada llegaba a falta de veinte minutos. Juampe, el mejor de los locales, cruzaba el balón en la enésima jugada que sorprendía a la defensa amarilla.
La Balona sabía parar el partido cuando era necesario, lo que se suponía que debería saber hacer el Cádiz con su cacareada veteranía que al final nunca aparece.
Lo intentaban los amarillos con más corazón que cabeza, a la desesperada. Y la “solución” de Claudio fue cambiar a Mantecón por David Sánchez y restar efectivos en defensa. Pero todo fue en vano, el Cádiz ni marcó ni creó peligro. Otra decepción enorme.